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Cartagena da un paso firme hacia el fortalecimiento de una política pública que reconozca y proteja los derechos de los animales. El alcalde Dumek Turbay anunció la construcción del Centro Distrital de Bienestar Animal, una clínica veterinaria pública y gratuita que tendrá como prioridad la atención de animales en condición de calle, abandono, o que se encuentren heridos o enfermos. Este proyecto, pionero en la región, representa una apuesta por una ciudad más justa, empática y responsable con todos los seres vivos.
El centro no solo ofrecerá servicios médicos veterinarios como consultas, cirugías, tratamientos, hospitalización y procesos de adopción, sino que también se convertirá en una pieza clave para abordar una problemática crítica en muchas ciudades del país: la sobrepoblación animal. Según el alcalde, la clínica operará bajo estándares técnicos y éticos de alta calidad, con un enfoque centrado en el bienestar animal y en la prevención de enfermedades, pero también en la contención del crecimiento descontrolado de animales en situación de calle.
Uno de los pilares de este centro será precisamente la implementación de programas de esterilización masiva y gratuita, una herramienta fundamental para evitar que la población de animales callejeros siga aumentando. En Cartagena, como en muchas otras ciudades del país, miles de perros y gatos viven expuestos al hambre, al maltrato y a enfermedades, simplemente por la falta de control reproductivo. La construcción de un hospital público que integre estos procedimientos de manera sistemática marca un punto de inflexión en la forma en que las ciudades entienden y enfrentan este fenómeno.
A la par de la construcción del centro, el alcalde también anunció la puesta en marcha de una Unidad Móvil Veterinaria, que comenzará a funcionar en junio. Esta unidad recorrerá barrios y zonas rurales, permitiendo el acceso a servicios básicos de salud veterinaria para aquellas familias que, por limitaciones económicas o de ubicación, no pueden acudir a clínicas privadas.
Este componente móvil será clave para democratizar el acceso al cuidado de los animales, especialmente en sectores vulnerables, donde muchas veces se cría a los animales con cariño, pero sin los recursos necesarios para atender sus necesidades médicas.
La creación de este tipo de espacios no solo refleja un compromiso con los animales, sino que también impacta positivamente la salud pública, la seguridad y la convivencia en la ciudad. Reducir la cantidad de animales en las calles, disminuye riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas, accidentes de tránsito, ataques por miedo o hambre, y, sobre todo, mitiga el sufrimiento innecesario de miles de seres que terminan viviendo en el abandono.
Además, la promoción activa de la adopción responsable será otro eje central del proyecto. El Centro Distrital de Bienestar Animal funcionará también como un puente entre los animales rescatados y las personas dispuestas a ofrecerles un hogar definitivo, promoviendo una cultura de cuidado consciente, en la que los animales no sean vistos como objetos desechables, sino como miembros valiosos de nuestras comunidades.
En un contexto donde muchas ciudades aún no priorizan la protección animal en sus agendas, Cartagena marca un ejemplo importante a seguir. Apostar por clínicas veterinarias públicas no solo es un acto de compasión, sino una inversión inteligente en el tejido social y ambiental de la ciudad. Una urbe que piensa en sus animales, en su control reproductivo, en su salud y en su bienestar, es también una ciudad que avanza hacia un desarrollo más sostenible, más humano y más íntegro.
Este anuncio representa, en definitiva, una señal esperanzadora de que es posible construir espacios donde el respeto por la vida, en todas sus formas, se convierta en una política real y constante.
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