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En el refugio Paws for Life de Pueblo, Colorado, Estados Unidos, una conmovedora historia de amistad entre dos perros mayores ha capturado la atención de la comunidad y los usuarios de redes sociales.
Nala, una perra criolla, de 10 años, regresó al refugio acompañada de Poe, un perrito, de 7 años, que se ha convertido en su fiel compañero. Juntos han formado un vínculo tan especial que el refugio ha decidido no separarlos y buscar un hogar que los reciba como una pareja.
El regreso de Nala a Paws for Life se debió a circunstancias ajenas a su comportamiento, según explicó Lisa Miller, representante de la organización. “Ningún perro mayor debería pasar sus años dorados en una perrera. Merecen una cama cálida, un lugar seguro para descansar y una familia que los cuide con cariño”, señaló en una entrevista con Newsweek.
Lo que hace aún más especial la historia de Nala es su relación con Poe, quien, al llegar al refugio, mostraba signos de ansiedad y estrés. El apoyo emocional de la perrita ha sido crucial para su adaptación al nuevo entorno, ayudando a Poe a superar sus miedos.
“Gracias al amor de nuestro personal y a actividades de enriquecimiento, Poe ha progresado, pero sabemos que, en un hogar lleno de amor y paciencia, realmente podrá prosperar”, comentó Miller.
La historia de estos dos perros no solo ha conmovido al personal del refugio, sino que también ha capturado el interés de muchas personas en redes sociales. Un video emotivo publicado en TikTok muestra la profunda conexión entre Nala y Poe, destacando la necesidad de encontrarles un hogar donde puedan vivir juntos.
Paws for Life ha subrayado la importancia de mantener unidos a los perros, ya que su relación les ha brindado apoyo mutuo en tiempos difíciles. Sin embargo, la adopción conjunta no es sencilla.
Nala y Poe requieren un hogar sin gatos ni perros pequeños, y sus futuros adoptantes deberán estar dispuestos a brindarles el tiempo y la paciencia necesarios para su integración. A cambio, quienes los adopten recibirán la lealtad y cariño de dos perros mayores que merecen vivir sus años dorados rodeados de amor.
“Es fundamental darles una segunda oportunidad. No hay razón para que un perro senior pase sus últimos años en un refugio cuando merece una cama cálida, un lugar seguro y una familia que lo valore”, concluyó Miller, haciendo un llamado a quienes puedan ofrecerles un hogar lleno de cariño.
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