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Martin y Clara, dueños de una cachorra cavalier king llamada Nala, comenzaron la fase de entrenamiento con jaula con la esperanza de prevenir que su pequeña desarrollara ansiedad por separación cuando se quedara sola en casa. Sin embargo, durante una salida a cenar, al revisar la cámara para mascotas, la pareja tuvo una revelación inesperada: el entrenamiento no era para ayudar a Nala, sino para aprender ellos mismos a sobrellevar la separación.
La ansiedad por separación en perros es un trastorno reconocido tanto en cachorros como en adultos. Según el American Kennel Club (AKC), los perros que la padecen experimentan estrés extremo desde que su dueño sale hasta su regreso, manifestándose en comportamientos como caminar nerviosamente, llorar, ladrar en exceso, realizar actos destructivos, tener accidentes dentro de la casa o salivar y jadear en exceso.
Con la intención de monitorear el progreso de la cachorra, Martin y Clara sacaron sus teléfonos para ver la cámara mientras cenaban fuera. Para su sorpresa, Nala permanecía tranquila y descansando en su jaula, sin mostrar signos de ansiedad. En cambio, fueron ellos quienes sintieron una oleada de preocupación y ansiedad por estar separados de su mascota, revelando que la verdadera dificultad era para ellos.
Esta experiencia la compartieron en un video publicado en Instagram en la cuenta @cavienala, con la frase: “Cuando te das cuenta de que el entrenamiento era para ti, no para el cachorro.” En el clip, la pareja se observa mutuamente con ojos abiertos y rostros preocupados, reflejando la ansiedad que sentían al no poder estar junto a Nala.
Mientras ellos luchaban con sus propios sentimientos, la perrita esperaba pacientemente en su cama dentro de la jaula, observando su entorno sin incomodidad. Este contraste fue lo que hizo evidente que la ansiedad de la pareja superaba con creces la de su mascota.
El video se volvió viral en Instagram, acumulando más de 1.6 millones de vistas, 55,800 “me gusta” y casi 200 comentarios, donde otros dueños de perros se mostraron identificados y compartieron sus propias experiencias. Algunos usuarios expresaron con humor y empatía que ellos tampoco pueden alejarse de sus perros sin sentir ansiedad, mientras que otros pidieron a Martin y Clara que regresaran pronto a casa para estar con Nala.
Una usuaria comentó: “Le causé ansiedad por separación a mi perro porque yo tengo ansiedad por separación,” reflejando cómo el vínculo emocional puede afectar a ambos lados. Otro agregó: “Nosotros no vamos a restaurantes a menos que el perro pueda venir” mostrando la dedicación que muchas personas tienen hacia sus mascotas.
Martin y Clara agradecieron la tecnología que les permitió vigilar a Nala a distancia y explicaron que, normalmente, ella duerme la mayor parte del tiempo cuando ellos salen, lo que confirma que la cachorra está adaptada a quedarse sola.
Este caso pone en evidencia no solo la importancia de comprender la ansiedad por separación en mascotas, sino también cómo los dueños pueden verse afectados emocionalmente. La experiencia de esta pareja es un recordatorio de que, a veces, el cuidado y el aprendizaje sobre el bienestar animal también lleva a descubrir aspectos importantes sobre el propio bienestar emocional.
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