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Exconcejal suizo fue víctima de extorsión por el robo de sus perros

El político confesó que si hubiera tenido la cantidad de dinero que le pedían, lo hubiese dado de inmediato.

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La Red Zoocial
17 de marzo de 2025 - 09:13 p. m.
La situación dio un giro cuando los secuestradores enviaron una fotografía de los perros en un bosque cercano a la frontera con Polonia.
La situación dio un giro cuando los secuestradores enviaron una fotografía de los perros en un bosque cercano a la frontera con Polonia.
Foto: KMP Szczecinie
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Rolf Wegmüller, un exconcejal de un suburbio de Zúrich, vivió una experiencia inesperada cuando se vio envuelto en un caso de robo y extorsión relacionado con sus dos perros bolonka. La historia, que se desarrolló en la ciudad polaca de Szczecin, involucró a un ciudadano polaco y una mujer noruega identificada solo como K, quienes idearon un plan para robar a las mascotas y pedir un rescate millonario.

Según el relato publicado por el periódico suizo 20 Minuten, Wegmüller, de 59 años, fue seducido por la mujer noruega, quien aprovechó la situación para llevarse a sus perros. Posteriormente, le exigieron un millón de francos suizos a cambio de la liberación de los animales.

Con un fuerte vínculo emocional con sus mascotas, el exconcejal confesó que si hubiera tenido esa cantidad, habría entregado el dinero de inmediato. No obstante, el rescate fue reducido a una cuarta parte de la suma inicial, aunque Wegmüller insistió en recibir pruebas de vida de los perros antes de proceder con el pago.

El desenlace del caso llegó cuando los labrones enviaron una fotografía de los animales en un bosque cercano a la frontera con Polonia. Esta imagen permitió a la policía de Szczecin rastrear a los sospechosos, quienes fueron detenidos poco después, mientras que los perros fueron puestos bajo custodia en un centro de cuidado animal para garantizar su bienestar.

K fue arrestada en el aeropuerto antes de poder regresar a Noruega. El cómplice polaco podría enfrentar hasta diez años de prisión, mientras que K se enfrenta a una pena de hasta cinco años en Suiza por el delito de extorsión.

A pesar de la angustia vivida, Wegmüller expresó su alivio al recuperar a sus queridos perros, aunque también lamentó la decisión de K, quien, con apenas 30 años, arruinó su vida con este acto criminal.

“Ellos dos lo son todo para mí. No puedo vivir sin ellos”, afirmó Wegmüller, agradeciendo a la policía de Szczecin por su excelente labor.

Este caso pone de manifiesto no solo el vínculo profundo entre los seres humanos y sus animales, sino también la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen. La historia de Wegmüller es un recordatorio de cómo los lazos emocionales pueden ser vulnerados por personas con intenciones maliciosas, y subraya la eficiencia de las fuerzas de seguridad al resolver situaciones complejas que involucran tanto a personas como a animales.

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