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Hoy en día —lamentablemente— ser divertido o juguetón se considera un defecto para los animales que buscan familia. Este fue el caso de DJ.
DJ, un perro blanco con manchas cafés en su cuerpo, llegó en junio de este año a la SPCA del condado de Wake, en Estados Unidos. Si bien su pasado es incierto, es evidente que DJ tiene mucho amor para dar.
“DJ vive en un mundo lleno de arcoíris y sol. Nuestro personal pasa mucho tiempo con él al aire libre, en la piscina infantil o jugando con la manguera, no solo para refrescarlo en el calor, sino porque se ilumina cuando juega en el agua”, dijo Samantha Ranlet, gerente de comunicaciones de la SPCA del condado de Wake, a Newsweek.
Y aunque uno pensaría que la energía, amabilidad y personalidad de DJ serían sus fuertes atractivos para encontrar un hogar, se convirtieron en todo lo opuesto. Estos factores han hecho que sea devuelto en dos ocasiones al refugio.
En el primer intento, su energía le jugó una mala pasada; en el segundo, fueron sus ganas de jugar las que lo traicionaron.
“Llevaba dos días en ese hogar cuando lo devolvieron porque intentaba hacerse amigo de los gatos, y estos no apreciaron sus ofertas de amistad”, explicó Ranlet.
A pesar de estos abandonos, DJ sigue con la misma energía y ese constante anhelo de encontrar un lugar donde su divertida personalidad no sea un problema, sino su mayor encanto.
Para controlar sus momentos de efusividad, en el refugio han optado, bajo la supervención de un veterinario, por iniciar un tratamiento médico. “Estas medicinas le ayudan a pasar de ser un tipo asustado que tiene corazonadas y sobresalta con el sonido de una puerta abriéndose a un cachorro animado y juguetón al que le encanta caerse en la piscina”, aseguraron en una publicación en redes sociales.
“Necesitará continuar con estos medicamentos en su nuevo hogar, pero honestamente creemos que el perro feliz y afortunado que obtienes a cambio vale la pena”.
La tercera es la vencida
Gracias a la acogida de la historia en redes sociales, DJ consiguió una tercera familia —que ojalá sea la última—.
“Le explicamos a su nueva familia los motivos por los que lo habían devuelto anteriormente, para que supieran que se estaban llevando a un perro juguetón y enérgico, ¡y eso era justo lo que buscaban!”, indicó Ranlet.
Sus nuevos dueños le cambiaron el nombre a Nova, esperando que así se adapte mejor a su hogar, uno lleno de tres perros, con quienes podrá jugar cuando quiera. ¡Quién sabe si al final será él quien se va a cansar ahora!
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