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Muchos de los virus y bacterias de los perros se contagian a través de secreciones, según Nubika, un centro de educación veterinaria, y estas sustancias pueden afectar a otros animales o a los propios humanos, por un proceso conocido como zoonosis.
En caso de que su animal de compañía presente los síntomas que encontrará a continuación, lo más adecuado es no alarmarse y llevar a la mascota a un especialista. Tenga presente que es esencial que lleve al peludo periódicamente al veterinario para descartar cualquier problema de salud.
Moquillo canino (distemper)
Aunque puede ser contagiado por medio de la saliva, también puede ser transmitido a través del aire o de otros fluidos como la orina. Esta patología es de expansión rápida y aparece gracias a un virus del género Morbillivirus, que debe ser identificado por un veterinario mediante análisis de muestras biológicas.
La infección del moquillo comienza en los bronquios y si el sistema inmune del perro no está preparado, se puede extender hasta el sistema nervioso, al punto de ser mortal solo en las mascotas. Pues, no afecta a las personas.
Algunos de los síntomas de esta afección son: fiebre, congestión, conjuntivitis, apatía, temblores y problemas digestivos.
Parvovirus
“Entre los perros, el parvovirus se extiende sobre todo a través de las heces. Sin embargo, la saliva también puede ser un agente transmisor, sobre todo si el animal comparte la comida o los juguetes con un can infectado”, señalaron los expertos de Nubika.
Según indica la American Veterinary Medical Association (AVMA), se trata de un virus con muchas cepas, difícil de destruir y con presencia en todo el mundo. Además, sobrevive en collares, comederos y correas, y es especialmente peligroso para los cachorros.
Cuando un animal se infecta, a menudo deja de comer y aumenta su temperatura corporal. Del mismo modo, aparecen otros síntomas como los vómitos y la diarrea con sangre, por lo que el animal se deshidrata. Esta enfermedad puede ocasionar la muerte de la mascota.
Tos de las perreras (traqueobronquitis infecciosa canina)
El contagio de esta patología se da cuando un animal está enfermo, tose o estornuda cerca de otro. Debido a que un canino con traqueobronquitis, muy probablemente, tendrá bacterias como la bordetella bronchiseptica, o virus como el adenovirus canino.
Cualquiera de estos provoca cuadros de tos, arcadas y vómitos leves, aunque hay una buena noticia, y es que suele revertirse en poco tiempo con el tratamiento adecuado.
La tos de las perreras suele tener pronósticos favorables y eliminarse por completo en un periodo breve con ayuda de antibióticos o en intervenciones para reforzar las defensas.
Rabia
Esta es una de las enfermedades más populares y es zoonótica, es decir, que puede pasar del perro infectado a las personas. Uno de los aspectos más peligrosos de esta patología es su periodo de incubación, que en algunos casos alcanza los seis meses. Eso significa que un can infectado puede propagar el virus mucho antes de presentar síntomas, que incluyen un aumento de la salivación, agresividad, fiebre o hidrofobia.
Esta enfermedad se transmite cuando un animal enfermo muerde a otro o sus fluidos bucales penetran en una lesión de la piel de otro sujeto, el virus se introduce en su nuevo huésped, atacando a su sistema nervioso y provocando una encefalitis que suele acabar en la muerte.
¡Ojo!
Si cree que su perrito tiene alguno de estos síntomas, es importante que lo lleve al veterinario. Recuerde: los expertos son los únicos que pueden diagnosticar y medicar.
Además, y como lo mencionamos al inicio de este artículo, no se alarme ni piense en abandonar al animal de compañía. Estas patologías, con la ayuda de un especialista, se pueden tratar. También, es muy poco probable que su peludo se enferme si está al día con las vacunas y asiste periódicamente al veterinario.
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