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Lo que empezó como unas vacaciones en Turquía terminó siendo el inicio de una nueva vida para un perro abandonado y una pareja que no pudo ignorar su mirada.
Cada vez que regresaban al hotel donde se hospedaban, un perro los esperaba en la entrada. Su aspecto era triste: estaba visiblemente desnutrido, deshidratado y tenía las orejas cortadas. Aun así, movía la cola con entusiasmo cada vez que los veía, como si reconociera en ellos una esperanza.
La pareja intentó averiguar si el perro tenía dueño. Nadie lo reclamó. Los vecinos del lugar comentaban que probablemente había sido abandonado por un granjero.
Durante toda la semana de su viaje lo alimentaron y le dieron agua. Y cuando llegó el momento de regresar a casa, ya no podían dejarlo. El vínculo que se había formado con Aslan, como decidieron llamarlo, era irrompible.
Lo llevaron a un veterinario, donde recibió tratamiento urgente por su grave deshidratación. A partir de allí, iniciaron el proceso para adoptarlo y llevarlo con ellos. Hoy, Aslan vive con su nueva familia, rodeado de cuidados, cariño y la segunda oportunidad que tanto parecía pedir.
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♬ A Gentle Sunlight - James Quinn
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