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La muerte de Maxi, un perro de raza pekinés que fue transportado en la bodega de un bus intermunicipal, ha causado conmoción e indignación en el país. El caso fue denunciado por su familia, que viajaba de Maicao a Medellín en un trayecto de más de 16 horas.
Según relató Gabriela Nava, dueña de Maxi, a Noticias Caracol, la familia viajaba de vacaciones hacia Venezuela. Asegura que antes de iniciar el recorrido, consultaron con la empresa de transporte los requisitos para llevar al animal y, tras presentar el carné de vacunación y firmar un documento, les permitieron llevarlo en la cabina.
Sin embargo, en el trayecto de regreso hacia Medellín todo cambió, y los conductores del bus no permitieron que el perro viajara de nuevo junto a ellos en cabina. “El chófer nos decía que la mascota no podía viajar con nosotros arriba. Que ellos ahora tenían que viajar en bodega. ”, aseguró Nava.
El perro fue ubicado en su guacal dentro del maletero del bus. Dos horas después, fue revisado y parecía estar en buen estado. Le ofrecieron agua para hidratarlo. Sin embargo, a las cuatro horas de trayecto, algunos pasajeros que descendieron notaron que Maxi se encontraba agonizando. Cuando su familia fue alertada, encontraron al animal sin signos vitales.
Una valoración veterinaria posterior determinó que el perro murió por un paro respiratorio, presuntamente causado por un golpe de calor.
La empresa de transporte Copetran respondió a la presión de la comunidad y se pronunció a través de un comunicado: “Queremos expresar nuestra solidaridad a la comunidad por el lamentable incidente ocurrido. Nos tomamos muy en serio la seguridad y el bienestar de todos nuestros pasajeros, incluyendo a las mascotas que viajan con sus dueños, y compartimos la tristeza que este hecho ha generado”.
Además, anunciaron la apertura de una investigación interna: “Con el fin de esclarecer lo sucedido, se abrió una investigación y se tomarán las medidas correspondientes”.
El caso ha generado un debate sobre las condiciones en las que los animales pueden o deben ser transportados en trayectos largos, así como la responsabilidad de las empresas de garantizar su bienestar durante el viaje.
Desde La Red Zoocial reiteramos una recomendación clave: nunca transporte a su animal en la bodega de un bus. Esta práctica lo expone a golpes de calor, estrés, lesiones y, como en el caso de Maxi, puede ser mortal. Antes de viajar, revise todas las opciones disponibles para asegurar que su compañero viaje de forma segura. Infórmese, pregunte y, si no hay garantías, reconsidere el trayecto. Su vida depende de ello.
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