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Miel, la perrita que fue abandonada de bebé y devuelta por ser “demasiado activa”

Miel tiene un año y medio y es una perrita de tamaño grande que sigue esperando una segunda oportunidad.

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La Red Zoocial
10 de junio de 2025 - 09:30 p. m.
A Miel la dejaron amarrada en la puerta de la Fundación San Roque Lucila Carmona, en Subachoque, Cundinamarca.
A Miel la dejaron amarrada en la puerta de la Fundación San Roque Lucila Carmona, en Subachoque, Cundinamarca.
Foto: Fundación San Roque Lucila Carmona
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Las devoluciones en procesos de adopción son una problemática silenciosa, pero frecuente en los refugios y fundaciones de animales. Muchos perros y gatos, que alguna vez fueron recibidos con promesas de un hogar definitivo, son devueltos días o semanas después por razones que, en muchos casos, revelan falta de compromiso o desconocimiento sobre lo que implica cuidar de un ser vivo.

Estas experiencias no solo rompen la rutina del animal, también afectan su confianza, aumentando sus niveles de ansiedad y dificultando futuras adopciones. La historia de Miel, una perrita joven que ha vivido el abandono dos veces, es un claro ejemplo de esta realidad.

A Miel la dejaron amarrada en la puerta de la Fundación San Roque Lucila Carmona, en Subachoque, Cundinamarca, cuando apenas tenía cuatro meses de vida. Era solo una cachorra cuando fue abandonada sin explicación, a merced del frío y la indiferencia.

La fundación, que acoge animales rescatados en situación de vulnerabilidad, le brindó refugio, cuidados veterinarios y mucho amor. Al poco tiempo, le encontraron un hogar adoptivo. Pero la alegría duró poco. Fue devuelta a los pocos días porque, según la familia, era “muy activa” y causó daños en la casa. Una razón que, para muchos, no justifica romper el compromiso con una vida que apenas comenzaba a confiar.

Hoy, Miel tiene un año y medio. Es una perrita de tamaño grande, está vacunada y esterilizada, y sigue esperando una segunda oportunidad, esta vez definitiva.

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Desde la fundación hacen un llamado a considerar la adopción de animales adultos, recordando que ellos también merecen amor y estabilidad. “Un perro adulto no es menos digno de amor solo porque ha vivido más. Adoptar a uno es un acto de amor puro, sin condiciones. Muchos han conocido el frío de la calle o el abandono, pero aun así siguen moviendo la cola cuando alguien se les acerca”, expresan desde la organización.

Miel no necesita mucho: solo un hogar donde pueda ser comprendida, una caricia sincera y alguien dispuesto a ver más allá de su energía. Tiene toda una vida por delante y mucho amor que dar.

Para quienes estén interesados en adoptarla, pueden comunicarse con la fundación a través de WhatsApp al número 314 847 0483.

*Este artículo es informativo y se basa en datos proporcionados por las fuentes. El medio de comunicación no participa en procesos de adopción ni se responsabiliza por acuerdos entre particulares.

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