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“Pensé que estaba muerto”, esto fue lo primero que dijo Derrick Hancock al enterarse de que su perrito, Buck, estaba vivo y no muerto, como le hizo creer su mujer durante años.
En 2018, Hancock, quien vivía en Fort Hood (una de las instalaciones más grandes del Ejército de los Estados Unidos) adoptó a Buck en el refugio de animales de Killeen, ubicado en Texas.
Buck se ganó el corazón de Hancock y rápidamente se convirtieron en mejores amigos. Para el soldado, este perrito, de raza pitbull, era lo más importante en su vida. Cuando no estaba prestando servicio, su tiempo era única y exclusivamente para su peludo.
“Él era mi único y mejor amigo. Era mi único amigo”, dijo Hancock en entrevista con el medio local Kvue.
Hancock consiguió novia. Todo marchaba de maravilla en la bella familia, sin embargo, un año después las cosas cambiaron. Al uniformado lo mandaron por un mes a Irak y tuvo que dejar a Buck con su pareja de ese entonces. Él recuerda que las cosas se pusieron tensas en la relación.
“Fue entonces cuando recibí una llamada telefónica que decía: ‘Oh, Buck se ha ido’”. Según la versión de la mujer, Buck escapó de la casa y atacó a un gatito. Control de animales se llevó al animal por ser agresivo y lo sacrificó. Sin nadie que pudiera ayudarlo en el momento, Hancock creyó en la mujer y lamentó la muerte de su peludo. “Es como perder un hijo”, dijo Hancock a Kvue.
Él siguió creyendo esto por cinco años hasta que la semana pasada recibió una llamada que lo cambió todo. Melanie Rathke, cofundadora de Texas Critter Crusaders, se comunicó con él para decirle que Buck, a quien nombraron como Sebastián, había sido encontrado con vida.
El soldado no lo podía creer, pues, como le había dicho su novia de este entonces, su perrito estaba muerto.
UPDATE!!! LOCATED!!! This is Sebastian, AKA Buck (as his owner called him). He is microchipped and his owner wants him...
Publicada por Melanie Ruckus Rathke en Lunes, 23 de sep. de 2024
El pasado 22 de septiembre, una persona publicó la foto de un perrito negro, de raza pitbull, en un grupo de Facebook llamado Mascotas perdidas y encontradas - Taylor, Tx. Al ver que nadie respondía, los voluntarios de Texas Critter Crusaders se ofrecieron a ayudar al peludo. Lo examinaron y descubrieron que tenía un microchip y llamaron a su dueño, pero la información estaba desactualizada. La fundación no se rindió y buscó al hombre por Facebook. Y así fue como dieron con Derrick Hancock, quien ahora vive en Virginia.
Ahí fue cuando el uniformado les contó la trágica historia de su perrito. Rathke cree que alguien salvó a Buck antes de que lo sacrificaron (si esto fue lo que realmente ocurrió, porque nadie sabe cómo escapó el animal y el supuesto gato al que atacó).
Gracias al microchip, Buck tuvo una nueva oportunidad en su vida. Se espera que en las próximas horas, Hancock se reúna de nuevo con su fiel amigo peludo. Él sigue creyendo que es un sueño y va a despertar. “No puedo emocionarme hasta que lo tengo en mis brazos. Ahí es donde sé que regresó a casa sano y salvo. Está aquí conmigo. Estamos juntos de nuevo y realmente podemos ser una familia”, finalizó por decir el hombre a Kvue.
Esta historia nos recuerda la importancia de identificar a nuestros animales de compañía, bien sea mediante un microchip, collar o correa; también, que su cuidado y bienestar no puede quedar a cargo de una persona desconocida, sino alguien de confianza, preferiblemente de la familia.
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