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El bulldog francés, con su hocico chato, orejas grandes y mirada tierna, ha ganado gran popularidad en los últimos años. Sin embargo, su presunto origen a partir de diversos cruces en el siglo XIX ha hecho que esta raza sea propensa a ciertas enfermedades. Aunque no todos los bulldogs franceses las padecen, es fundamental conocerlas para poder detectarlas a tiempo y garantizar su bienestar. Aquí le contamos cuáles son.
- Problemas respiratorios.
Como otras razas braquicéfalas, el bulldog francés puede desarrollar el síndrome de obstrucción de las vías respiratorias braquicéfalas (BOAS, por sus siglas en inglés). La veterinaria Jennifer Macindoe explica que esta condición “produce dificultades respiratorias y otros problemas, ya que las anomalías ocurren principalmente en la nariz, la tráquea, la boca y la garganta”.
Los síntomas más comunes de esta enfermedad incluyen ronquidos, tos y regurgitación, y algunos perros pueden necesitar tratamiento médico o incluso cirugía para mejorar su calidad de vida.
- Problemas en la piel.
A pesar de tener un pelaje corto y fácil de mantener, los bulldogs franceses son propensos a alergias cutáneas, infecciones de oído y dermatitis en los pliegues de la piel. Las alergias pueden deberse a pulgas, alimentos o factores ambientales como el polen y los ácaros del polvo.
La dermatitis en los pliegues es otro problema frecuente y, según Macindoe, “esto se debe a que la humedad y las bacterias quedan atrapadas entre la piel”, lo que causa inflamación y molestias. Para evitar este tipo de lesiones cutáneas es fundamental una excelente rutina de limpieza y revisiones constantes al veterinario.
- Problemas oculares.
Los ojos grandes y prominentes de los bulldogs franceses es quizá una de sus características más representativas, no obstante, esto también los hacen más vulnerables a infecciones y lesiones. “Los bulldogs franceses tienen un mayor riesgo de sufrir úlceras corneales, ojo de cereza, ojo seco y conjuntivitis”, señala la veterinaria. Por eso, es importante estar atentos a síntomas como enrojecimiento, secreción o hinchazón en los ojos y acudir al veterinario ante cualquier anomalía.
- Problemas de movilidad.
Las malformaciones óseas y articulares son otra de las preocupaciones en esta raza. Enfermedades discales, dislocaciones de rótula y deformidades en la columna pueden afectar su movilidad con el tiempo. Muchas de estas afecciones pueden manejarse con tratamientos médicos y, en algunos casos, con cirugía. El control veterinario regular es clave para detectar cualquier problema a tiempo.
Si bien el bulldog francés puede presentar ciertos problemas de salud, una alimentación balanceada, revisiones veterinarias periódicas y cuidados específicos pueden ayudar a mejorar su calidad de vida.
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