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En Whitefish Bay, Estados Unidos, un perro llamado Lil Murphy protagonizó un angustiante momento cuando su curiosidad lo metió en problemas: quedó con la cabeza atrapada en un frasco de galletas y no pudo liberarse por sí mismo.
Sus dueños, al notar la situación, intentaron ayudarlo durante más de una hora sin éxito. Al ver que no podían quitarle el frasco y con la clínica veterinaria cerrada, decidieron llevar a Murphy directamente a la estación de policía en busca de auxilio.
Allí, los oficiales Potthast y Streeter intervinieron de inmediato. Con herramientas y mucha precaución, lograron cortar el frasco y liberar al perro sin que sufriera heridas.
El rescate fue compartido por el Departamento de Policía de Whitefish Bay en redes sociales, donde destacaron el buen trabajo de los agentes y el final feliz para Murphy, quien pudo regresar a casa sano y salvo después del incidente.
Aunque el desenlace fue positivo, esta situación sirve como recordatorio sobre la importancia de mantener los hogares seguros para los animales de compañía. Dejar frascos, bolsas plásticas u otros objetos al alcance de los animales puede convertirse en un riesgo potencial.
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