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Un indignante caso de abandono animal fue reportado por la fundación Adopta Un Buen Amigo Chan, ubicada en el municipio de Chía, Cundinamarca. Según informó la organización, un repartidor de la empresa Rappi dejó a un perro durante una entrega de domicilio y nunca volvió por él.
El animal, ahora bautizado como Rappi, fue rescatado por la fundación, que actualmente adelanta su proceso de adopción en busca de una familia responsable que le brinde una segunda oportunidad.
Desde su llegada al refugio, Rappi ha demostrado ser un perro afectuoso, activo y sociable, y se ha ganado el cariño de voluntarios y cuidadores. Su historia no solo genera empatía, sino que también reabre el debate sobre la tenencia responsable de mascotas y la necesidad de mayores acciones frente al abandono animal.
Descrito como un perro de tamaño pequeño, dócil y con una apariencia única que lo hace inconfundible, Rappi se ha convertido en un símbolo de resiliencia dentro del albergue. “Es veloz, como un verdadero ‘Rappiturbo’, y reparte cariño en lugar de domicilios”, afirman desde la fundación.
Actualmente, el perro se encuentra vacunado, esterilizado y desparasitado, y está listo para integrarse a un nuevo hogar. Además, la organización hizo un llamado a la empresa @RappiColombia, con la esperanza de que pueda apadrinarlo mientras se concreta su adopción definitiva.
Los interesados en adoptar o en conocer más sobre Rappi pueden comunicarse directamente con Adopta Un Buen Amigo Chan, en Chía.
*Este artículo es informativo y se basa en datos proporcionados por las fuentes. El medio de comunicación no participa en procesos de adopción ni se responsabiliza por acuerdos entre particulares.
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