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Un perro mestizo pitbull fue rescatado recientemente por el refugio SARA (Sociedad para el Rescate y Adopción de Animales) en el Centro de Texas, luego de ser encontrado acurrucado al costado de la carretera frente a un cementerio. El animal, ahora llamado Gravey, espera un hogar donde recibir el amor y cuidado que necesita.
El 10 de marzo, Tracy Frank, directora de SARA, fue informada sobre el perro, quien estaba llorando en la calle, pero no podía moverse debido a su condición de salud. Frank actuó de inmediato, encontrando al peludo en un estado lamentable: sus ojos estaban cubiertos de secreciones y su piel presentaba manchas y lesiones.
“Estaba frío cuando lo encontré, pero pude ponerle una correa, darle comida y llevarlo a mi coche”, relató Frank. El perro, de unos ocho años, fue trasladado al refugio donde los veterinarios confirmaron que está castrado, lo que sugiere que tuvo un dueño anterior.
Gravey también tenía las orejas sucias y costrosas, ojos infectados y uñas extremadamente largas. Tras recibir baños medicados y tratamiento para pulgas, el perro ha comenzado a mejorar. También está programado para un chequeo geriátrico esta semana y se sospecha que podría dar positivo para gusanos del corazón y necesita que algunos de sus dientes sean extraídos.
A pesar de su difícil pasado, Gravey se ha adaptado bien a su nuevo entorno y se lleva bien con otros perros y gatos del refugio. Frank destacó que el perro está buscando un hogar que le ofrezca mucha atención y cariño, ya que es un animal dulce y amigable.
Historias como la de Gravey reflejan un problema común en muchos refugios de Estados Unidos, donde millones de animales esperan una segunda oportunidad. La ASPCA estima que, cada año, aproximadamente 6.3 millones de animales de compañía ingresan a los refugios del país.
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