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El dueño de Iris, una perrita gran danés de ocho años, solo quería una cosa: darle el mejor último día a su querida amiga. Y claro, eso incluía un gran platillo para cerrar.
Iris había sido su fiel compañera durante muchos años. Sin embargo, tiempo atrás comenzó a sufrir de un grave problema nasal que ya no podía tratarse con medicamentos, por lo que, lamentablemente, su dueño tomó la difícil decisión de dormirla.
El último día de Iris había llegado. En declaraciones al medio WGAL, el dueño contó que, como despedida, la llevaron a dar paseos en carro y a decir adiós a su familia. Para terminar la jornada, solo quedaba una cosa: una cena deliciosa.
Llamó a su restaurante favorito y pidió un menú especial: un filete de Nueva York de 225 gramos, papas fritas, puré de papas y pan recién horneado. Junto al pedido escribió una nota: “Última comida para nuestro perro. Prepáralo con cariño”.
En el restaurante, el pedido fue recibido por la empleada Kate Weston, quien, al leer la nota, se dio cuenta de que no era un pedido cualquiera. Conmovida, decidió preparar “el mejor filete de la historia”. Como resultado, el equipo del restaurante le proporcionó al cachorro su última comida, acompañada por una nota en la tapa que decía: “Hecho con amor”.
Todo fue gratis, reveló el dueño, Hunter Metzger, y este gesto lo conmovió profundamente. “Entré, me acerqué a la ventanilla de comida para llevar y dije: Soy Hunter. Vengo a recoger mi pedido”, contó a WGAL. “Enseguida se acercaron algunas señoras, me dieron el pésame y dijeron: Vimos tu nota. Se nos saltaron las lágrimas. Sin duda, la preparamos con mucho cariño”.
Hunter compartió la experiencia en un grupo local de Facebook, donde agradeció enormemente a quienes prepararon la comida. También contó que poco después del festín, la familia enterró su dulce amiga de cuatro patas.
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