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Una mujer recurrió a la comunidad de Reddit para compartir un dilema emocional que ha generado amplio debate: la inesperada petición de los antiguos dueños de su perro rescatado para recuperarlo, casi un año después de haberlo entregado.
Según relató, adoptó al perro en un momento muy difícil de su vida, tras descubrir la infidelidad de su prometido y tener que abandonar el hogar que compartían. Volver a vivir con sus padres a los 32 años fue un golpe duro. Se sentía triste, avergonzada y con su salud mental deteriorada, pero encontró apoyo en su familia, en su trabajo y en la terapia. Fue su terapeuta quien la animó a considerar la adopción de una mascota como una forma de encontrar consuelo y propósito.
En el refugio esperaba adoptar un cachorro, pero se conmovió al conocer a un perro de siete años, de gran tamaño y con una mirada triste. El personal le explicó que había sido entregado por su antiguo dueño porque su esposa, embarazada, no lo consideraba seguro para su futuro hijo, a pesar de no tener antecedentes de agresividad. La conexión entre ellos fue inmediata y decidió llevárselo a casa.
Desde entonces, su vínculo se ha fortalecido. Ella asegura que su perro le devolvió la motivación para vivir: “Le cocino, vemos películas juntos, es mi mejor amigo y mi mayor incentivo para salir cada día”. Ambos encontraron estabilidad y compañía mutua, lo que hizo aún más impactante la llamada del refugio meses después.
Los antiguos dueños, arrepentidos de haberlo entregado, pidieron reconectar con el perro. El refugio explicó que el marido nunca quiso darlo en adopción, pero accedió ante el ultimátum de su esposa. La mujer adoptante, sin embargo, fue clara en su postura: no está dispuesta a devolverlo. “No voy a traumatizar a mi perro ni entregarlo a personas que lo descartaron. Los animales no son objetos que uno abandona y luego reclama”, afirmó.
Molesta por la solicitud, pidió al refugio que no la contactaran más y los bloqueó en redes sociales. En su mensaje final, expresó su temor a perder al animal que, asegura, llegó a su vida por una razón. A pesar de sus dudas, recibió un respaldo abrumador de la comunidad online, que valoró su compromiso y amor por el perro.
La historia refleja un tema recurrente en los casos de adopción de animales: la responsabilidad emocional y ética que implica, tanto al entregar como al recibir una mascota. Para esta mujer, devolverlo no es una opción.
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