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Lo que parecía ser un vuelo rutinario entre Detroit y Los Ángeles en Estados Unidos se convirtió en una inesperada situación de emergencia por una razón poco común: un perro se enfermó a bordo.
El pasado 26 de mayo, el vuelo 694 de Delta Air Lines despegó a las 8:27 p.m. con 181 pasajeros desde el Aeropuerto Metropolitano del Condado Wayne, en Detroit. Todo marchaba con normalidad hasta que, en pleno trayecto, la tripulación fue informada de que un perro que viajaba en la cabina no se encontraba bien.
Afortunadamente, entre los pasajeros se encontraba un veterinario, quien brindó atención inicial al animal mientras el personal de vuelo tomaba una decisión: desviar el avión a la ciudad más cercana. Fue así como la aeronave aterrizó a las 9:51 p.m. en el Aeropuerto Internacional de Minneapolis-Saint Paul.
En tierra ya los esperaba un equipo médico para recibir al perro y a su tutor. Delta confirmó el incidente y aseguró que el bienestar del animal fue la prioridad. Aunque no se conocen más detalles sobre su estado de salud, se espera que el perro esté fuera de peligro.
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