
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Ozzy, un perro negro de raza bully XL que vivía en un refugio de animales en Oklahoma, Estados Unidos, tenía todo en su contra. Estigmatizado por su raza y con pocas probabilidades de ser adoptado, estaba programado para ser sacrificado. Sin embargo, el mismo día en que se iba a realizar su eutanasia, el personal del refugio decidió darle una última oportunidad: someterlo a una prueba para ver cómo se comportaba con los gatos.
Esta prueba fue solicitada por un posible adoptante que se interesó en él, pero que ya convivía con cuatro gatos y necesitaba asegurarse de que Ozzy fuera compatible con ellos.
El momento decisivo llegó y quedó registrado en un video que ha emocionado a cientos de personas en redes sociales. Un gatito del refugio fue tomado en brazos y acercado a Ozzy. El perro lo olfateó con curiosidad durante unos segundos y, en lugar de mostrar agresividad, se alejó lentamente, respetando el espacio del felino. Esa reacción fue suficiente: Ozzy había pasado la prueba.
Aunque algunas personas criticaron al refugio por exponer al gatito a esta situación, lo cierto, es que esta prueba le salvó la vida a Ozzy.
Gracias a este gesto, el perro fue adoptado por una familia en Colorado, Estados Unidos. En pocos días fue trasladado a su nuevo hogar, donde ahora vive con otros cinco animales rescatados. Su nueva familia se comprometió a darle el amor y el cuidado que merece, demostrando que, con responsabilidad, cualquier perro, sin importar su raza o pasado, es digno de una segunda oportunidad.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
