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Robar perros y gatos será un delito penal en Inglaterra e irlanda a partir de agosto y se denominará como “sustracción de mascotas”. Esto, luego de que se aprobara la legislación en el Parlamento, a pesar de que más tarde recibirá la aprobación real.
Junto con este proyecto, también se discutió sobre posibles leyes que pretenden abordar el contrabando de cachorros y los ataques de perros al ganado. No obstante, estos se quedaron sin tiempo de debate, a diferencia del articulado que prohibirá hurto de animales de compañía.
Este último documento, que fue aprobado, espera que las personas responsables de robo de mascotas sean multadas o enfrenten una condena de aproximadamente cinco años de prisión.
Actualmente, las mascotas se consideran propiedad y el robo de los peludos está cubierto por la Ley de Robo de 1968. Los partidarios de la creación del nuevo delito dijeron que así se reconocería el impacto emocional causado por este acto delincuencial, según explica la BBC.
Al respecto, Annabel Berdy, responsable principal de defensa y relaciones gubernamentales para la protección de gatos, dijo al medio británico que la falta de protección legal había dado a los delincuentes “rienda suelta para atacar a animales muy queridos para su propio beneficio”.
Además, agregó que esta medida “podría ser una de las leyes de bienestar animal más importantes de los últimos tiempos y marcará una gran diferencia para muchos propietarios y sus queridas mascotas”.
Aunque esta es una victoria para grupos de defensa animalista, los activistas han manifestado preocupación porque los otros dos proyectos no avanzaron según lo esperado. Pues de acuerdo con lo que comentó Harriet Main (gerente de asuntos públicos de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales) a BBC, las lagunas legales han sido “usadas durante muchos años por personas que ganan dinero rápidamente con la explotación de animales” y añadió que la organización benéfica pediría al próximo gobierno del Reino Unido que garantice esta cuestión.
