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La reconocida veterinaria y creadora de contenido LauVet compartió un video en su canal de YouTube donde reveló la razón detrás de la decisión de no permitir que sus mascotas duerman con ella y su esposo. En el video, detalla cómo, a pesar de su amor por los animales, esta elección se basó en la necesidad de establecer límites y mantener el bienestar familiar.
Según Laura, su esposo, tenía una preocupación específica: “No quiero que entren a la cama, porque están todo el tiempo en el parque, ensuciándose. Al llegar a casa, me gustaría que la casa se mantuviera limpia”. A pesar de ser un amante de los animales, su esposo no estaba tan cómodo con la idea de que todos los animales, especialmente los perros grandes, tuvieran acceso a la cama.
El reto surgió cuando Bora llegó a su vida, una perrita que eventualmente pesaría 50 kilos. A pesar de la tristeza inicial del perro, quien lloraba al estar separado, la veterinaria explicó que este proceso de adaptación fue necesario para garantizar un hogar equilibrado. Además, mencionó que su mascota disfrutaba de otros lugares en la casa, como el estudio de su esposo.
La veterinaria también relató la historia de Cleopatra, su gata, quien siempre había dormido con su esposo, pero que al llegar Bora, debieron hacer ajustes en las rutinas. Además, Cleopatra comenzó a mostrar signos de demencia senil, lo que aumentaba su inquietud nocturna. Esta situación, sumada al sueño liviano de la pareja, hizo que la decisión de separar a los animales de la habitación fuera aún más relevante.
“En las noches, cuando Cleopatra se movía, a veces se metía en el arenero o se despertaba por la madrugada, lo que alteraba nuestro descanso”, explicó.
Con el tiempo, la veterinaria llegó a la conclusión de que, aunque siempre había dormido con sus animales en el pasado, crear un espacio separado para ellos en su nuevo apartamento fue la mejor decisión. “Mis animales son mi vida, los amo con todo mi corazón, pero el descanso es fundamental para mantener nuestra salud y bienestar”, afirmó. Ella destacó que, si bien cada dueño es libre de decidir lo que mejor funciona para su hogar, es importante tener en cuenta que, en algunos casos, el descanso de la familia puede verse afectado si los animales duermen en la misma habitación.
¿Qué siente mi perro al dormir conmigo?
La forma en que su perro se acomoda en la cama puede ofrecerle pistas sobre sus sentimientos. Si se acurruca cerca, en una postura relajada y con su respiración tranquila, es una señal clara de que se siente seguro y cómodo. En cambio, si muestra signos de incomodidad, como girar en círculos, cambiar de posición constantemente o alejarse, podría indicar que no se siente completamente relajado.
Si bien compartir la cama con su perro puede ser una forma de fortalecer el vínculo, es importante tener en cuenta algunos aspectos. Algunos caninos pueden beneficiarse de tener su propio espacio, ya que esto les permite descansar sin interrupciones. Además, animales con ansiedad o problemas de comportamiento pueden ver en la cama una fuente de consuelo adicional.
Es valioso recordar que las decisiones sobre si las mascotas deben o no dormir con sus dueños son completamente personales y dependen de cada familia. No existe una única forma correcta de criar o convivir con los animales, ya que lo que funciona para unos puede no ser adecuado para otros. Lo esencial es que tanto los dueños como sus mascotas se sientan cómodos y respeten sus necesidades, ya sean de descanso, espacio o convivencia.
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