¿Por qué los loros hablan?

En su vida en cautividad, junto al ser humano, el principal motivo que lleva a un loro a vocalizar es querer comunicarse con su círculo social.

Foto: IDPYBA

Los loros son aves silvestres pertenecientes a la superfamilia del orden Psittaciformes que se caracterizan por tener un pico curvado y una intensa coloración en su plumaje. Desafortunadamente, en muchas partes de Colombia es común tener estos animales como mascotas debido al tráfico ilegal de especies. Esta práctica es bastante perjudicial para su bienestar, pues en cautiverio no pueden desarrollarse adecuadamente ni cumplir con su función biológica: la dispersión de semillas en los ecosistemas.

Una de las características más especiales de los loros, y que cautiva a quienes los buscan como mascotas, es su capacidad para imitar los sonidos del entorno, entre ellos, el habla de los humanos. Esto lo pueden hacer gracias a la siringe, un órgano localizado en la tráquea. Algunos loros comienzan a vocalizar palabras o sonidos simples a partir de los 6 meses de edad, pero otros pueden tardar más tiempo.

De acuerdo con National Geographic, las especies que logran imitar el habla con mayor precisión son encel loro gris africano (Psittacus erithacus), el loro eclecto (Eclectus roratus) y los guacamayos. Otros como las cacatúas (género Cacatua) y los periquitos (Melopsittacus undulatus) imitan el habla pero no con la misma claridad.

En su vida en cautividad, junto al ser humano, el principal motivo que lleva a un loro a vocalizar es querer comunicarse con su círculo social. En las casas estas aves se vuelven el centro de atención y cuando “hablan” son percibidos como una forma de entretenimiento para las personas. Sin embargo, según explica Ana María Ariza, médica veterinaria zootecnista dedicada a la medicina de fauna silvestre, la vocalización de palabras es un comportamiento antinatural y un problema grave que impide que los loros puedan retomar su vida silvestre.

“Ellos no hablan, imitan sonidos. Esto lo hacen con el fin de adaptarse mejor a su ambiente, ya que les ayuda a comunicarse, detectar posibles peligros y establecer su presencia en el lugar. Cuando un loro imita palabras humanas es porque está pasando por un proceso de impronta. La impronta son comportamientos adquiridos, los cuales no son compatibles con los comportamientos naturales de la especie. Un animal improntado requerirá de un proceso de rehabilitación para eliminar todos esos comportamientos”, explica Ariza.

Recuerde que la tenencia de especies silvestres como los loros es considerado un delito ambiental. Las penas por estos actos pueden ir de 48 a 108 meses de cárcel y multas de hasta 35.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

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