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En Colombia, la posesión de aves como loros, guacamayas y pericos australianos es una práctica bastante común. Estos animales son sacados de su hábitat natural para ser vendidos como mascotas exóticas en el mercado ilegal.
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Sin embargo, la tenencia de estos animales en casa es altamente perjudicial para su bienestar, ya que no están adaptados para vivir en cautiverio, lo que les puede causar estrés, depresión y diversas enfermedades.
De acuerdo con el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, muchas de estas aves llegan al Centro de Fauna Silvestre con lesiones en su plumaje, pues en la gran mayoría de los casos, les cortan las plumas de su cola y de las alas para que no puedan volar. Además, terminan con problemas nutricionales, pues en cautiverio las personas no les proporcionan la dieta adecuada que normalmente tienen en vida silvestre.
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Tanto es el daño que se les causa a estas aves que las autoridades colombianas han tomado medidas para protegerlas, incluyendo leyes que prohíben su posesión. Cada año, cientos de ejemplares son rescatados de la tenencia y el comercio ilegal, para luego, ser remitidos a centros de paso o biobarques, como el Ukumarí, en Pereira, que se encargan de su cuidado y rehabilitación.
Recuerde: los animales silvestres no son mascotas. Si conoce algún caso, repórtelo a las autoridades competentes al teléfono 317 4276828 o la línea 123.
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