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Cuatro años después de haber sido adoptada, Matilda, una gata rescatada por la fundación Adopciones Aragón, ubicada en México, ha vuelto al lugar que creyó dejar atrás para siempre. Hoy, nuevamente, está en busca de un hogar donde realmente la consideren parte de la familia.
La historia de Matilda ha conmovido a cientos en redes sociales, donde muchos se preguntan cómo es posible que, tras tantos años, haya sido devuelta. De acuerdo con la propia fundación, su antigua familia, que alguna vez insistió con entusiasmo para adoptarla, decidió devolverla luego del nacimiento de un bebé. Matilda, dijeron, se había convertido en un “problema”.
“Soy Matilda y después de cuatro años de pensar que tenía una familia para siempre, me han devuelto a la fundación”, dice una publicación desde el perfil de Adopciones Aragón. La imagen muestra a una pequeña gatita de apenas dos meses, cuando fue publicada por primera vez para adopción. En ese entonces, varias familias querían llevarla a casa. Finalmente, una solicitud insistente convenció a su rescatista. Todo parecía marchar bien. Sin embargo, con el paso del tiempo, y a pesar del seguimiento, la historia dio un giro inesperado.
El regreso de Matilda a la fundación fue devastador. “No saben lo que hemos llorado por ella”, relata el equipo de Adopciones Aragón. “Imaginen haber vivido durante años en un mismo hogar, con las mismas personas, y de pronto despertar en un lugar totalmente desconocido”. Así fueron los primeros días de Matilda tras su retorno: llenos de miedo, confusión y tristeza.
Sin embargo, con paciencia y mucho amor, Matilda ha comenzado a sanar. Hoy vuelve a ronronear y se muestra más confiada con las personas. Pero aún falta lo más importante: encontrarle un nuevo hogar. Esta vez, uno definitivo.
Desde Adopciones Aragón hacen un llamado urgente a la comunidad: “Matilda merece un hogar maravilloso, lleno de amor y compromiso. No soportaríamos verla pasar otra vez por un abandono. Ayúdanos a compartir su historia, estamos seguros de que allá afuera hay una familia esperándola”.
Matilda ha regresado en una etapa de su vida donde las posibilidades de adopción se reducen. Es una gata adulta, temerosa de otros animales, y aunque es dulce y cariñosa, el prejuicio hacia los animales mayores limita su oportunidad de ser elegida.
En palabras del equipo que la cuida: “Es muy duro saber que se quedaron con los mejores años de su vida y ahora, cuando más difícil es, vuelve a necesitar que alguien se enamore de ella”.
Matilda sigue esperando. No ha perdido la esperanza, y quienes la cuidan tampoco. Su historia es un recordatorio del compromiso que implica la adopción y de la importancia de elegir con responsabilidad.
Si desea adoptar a Matilda o ayudar a difundir su historia, puede contactar a Adopciones Aragón, ubicada en el Centro de Hermosillo, Sonora, en México.
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