Desafiando el desempleo juvenil

Francisco Stanton es el gerente de operaciones de Arcos Dorados, la compañía dueña de la franquicia de McDonald’s en 20 países, incluido Colombia. Estuvo en la cocina de la marca y ahora habla de cómo el futuro del país está en el empleo formal y de calidad.

Edwin Bohórquez Aya / @EdwinBohorquezA
09 de mayo de 2018 - 02:00 a. m.
 Francisco Stanton nació en Colombia y lidera un equipo de 3.500 personas. Stanton también trabajó en la cocina de Mc Donald’s en Bogotá. / Cristian Garavito
Francisco Stanton nació en Colombia y lidera un equipo de 3.500 personas. Stanton también trabajó en la cocina de Mc Donald’s en Bogotá. / Cristian Garavito

¿Quién es Francisco Stanton?

Soy colombiano, pese al acento. Mis padres y yo nos fuimos a Argentina cuando yo estaba muy chiquito, en el 85. Tengo 37 años.

¿Qué es Arcos Dorados?

Es el representante de la marca McDonald’s en Latinoamérica. Estamos en 20 países desde México hasta Argentina, y Colombia es uno de los más importantes.

Usted está a la cabeza de McDonald’s Colombia, allá, arriba. ¿Alguna vez pasó por la cocina o por el Auto Mac?

En mi primer día en McDonald’s, en el 2008, entré en un restaurante en Brasil para aprender a hacer BigMac, estuve seis meses; después, cuatro meses más en restaurantes aquí en Bogotá, en el Andino. Es parte del entrenamiento que hacemos todos, especialmente los que entramos no directamente a la operación, sino que estamos en un rol de oficina; sí o sí hay que pasar por el restaurante, ese es el negocio. Y bueno, parte de mi labor también es visitar restaurantes con bastante regularidad, entonces sí paso por el Auto Mac muy seguido, por la cocina también.

¿Cuál es el futuro de McDonald’s en Colombia?

Este mercado es muy importante, le vemos muchísimo potencial, hay mucha gente joven con ganas de crecer y desarrollarse, y siempre que podamos dar oportunidades de trabajo, lo seguiremos haciendo. Hemos encontrado mucha tierra fértil en este país y nos encanta ser parte de él.

¿A cuánta gente están empleando?

En Colombia somos 3.500, en el resto de Latinoamérica, 70.000 u 80.000. Muchos en Brasil, México, Argentina y Chile. En Colombia vamos por más.

¿Cómo se lidera a tantos jóvenes, que son la base laboral y de consumo?

No te voy a decir que no es un desafío, pero es un desafío lindo. Entre 18 y 24 años es más del 80 % de la gente que considero mis colegas. Y la verdad es que los jóvenes, los colombianos en particular, son gente muy echada para adelante, mucha energía y muchas ganas de hacer las cosas, entonces mientras haya motivación, que exista un involucramiento en cuáles son los planes de la empresa, hacia dónde queremos ir, los jóvenes con los que trabajo demuestran muchas ganas de que todo suceda. Nuestro negocio está en los restaurantes, entonces sin ellos no podríamos operar. Ponemos nuestros resultados en manos de ellos. Son ellos los que hacen que las cosas pasen.

¿Cuál es su compromiso con este país que necesita eliminar la desigualdad y la pobreza?

Yo creo que uno de los grandes desafíos que tiene este país es el desempleo, y más aún, el desempleo juvenil. Si no me equivoco, es de 9,4 % el desempleo total, pero el desempleo juvenil es como del 16,8 %; no llega a ser el doble, pero prácticamente lo es. Lo que sabemos es que según la Organización Internacional del Trabajo un porcentaje similar a ese de jóvenes en Colombia no trabaja ni estudia, y nosotros lo que hacemos es brindar empleo formal, con todas las prestaciones sociales y sin tener requisitos previos. Lo único que pedimos cuando contratamos a alguien es buena energía, ganas de aprender, buena actitud, porque lo demás se lo enseñamos nosotros. La gente va haciendo carrera y aprendiendo habilidades que les sirven si se quedan con nosotros o se van a hacer carrera en otro lado. Suele suceder, porque la gente tiende a trabajar y estudiar al mismo tiempo. Con lo uno se fondean lo otro. Construyen su futuro.

¿Qué significa hacer carrera en una organización como McDonald’s?

Hay muchas formas de hacerlo. Yo tuve la suerte de ir a una convención global de McDonald’s en Orlando, Florida, hace un par de semanas. Éramos 15.000 personas de todo el mundo, y contaban que el 56 % de los asistentes había comenzado en la cocina. Estamos hablando de la cúpula de una organización global que abarca más o menos 2 millones de empleados entre franquiciados y la corporación. Y que la cúpula tenga una representación tan alta de gente que comenzó en la cocina, para mí es muy alentador. No hay una trayectoria fija, sino que cada uno va buscando su camino, sus intereses.

¿Y para esa otra parte de la sociedad que, incluso, hay días que pasa con un agua de panela, teniendo en cuenta que su industria es la de alimentos?

Lo más importante que podemos ofrecerle al país son oportunidades y puntualmente a los jóvenes. Nuestro director de Operaciones tanto para Colombia como para tres mercados del Caribe empezó en la cocina cuando tenía 14 años, ya lleva 22 años y pasó por 17 promociones. Lo único que lo llevó desde donde empezó hasta donde está hoy fue trabajo, dedicación, compromiso y suerte.

Este es un país al que le gusta, lamentablemente, segregar: a personas en condición de discapacidad, a personas con menos educación, a personas que han hecho su vida en el campo y ahora migran a la ciudad… Hay muchos ejemplos. ¿Cómo incluyen ustedes o cómo se compromete usted a incluir más?

Nos hemos acoplado a varios programas formales del Gobierno, como 40.000 empleos, y en ese vinculamos a 400 personas en toda nuestra red de restaurantes. También estuvimos en uno que se llama Jóvenes con Futuro, donde pudimos contratar a casi 1.200 personas de Sisbén 1 y 2 en todo el país y permitir que ellos accedieran a trabajo formal, con capacitación.

También tenemos un compromiso con la población discapacitada, incluso gerentes y entrenadores en nuestros restaurantes tienen alguna discapacidad, por ejemplo visual o auditiva. En nuestros restaurantes somos todos diferentes, valoramos las diferencias que tenemos y tratamos de generar oportunidades que sean igualitarias para todos.

Funcionan como un equipo de fútbol. Cada uno hace lo que le toca en la cancha. ¿Cómo logran que en ese trabajo en equipo no se lleve la gloria sólo el delantero, que es usted?

Lo bueno es que a diferencia de un equipo de fútbol no tenemos sólo dos o tres delanteros, nos importa mucho que todos los del restaurante estén involucrados, y es cierto que a veces hay gente que pasa un poco más de tiempo que el resto en una estación, en el mostrador o parrilla, pero realmente esto es un esfuerzo de un equipo y ganamos el partido como equipo, lo perdemos como equipo y nuestro esfuerzo es que todos los días todos busquemos la mejor forma de llevar este negocio adelante.

A lo mejor con lo de delantero te referías a mí, pero yo soy la persona menos importante de toda la organización, no atiendo a los clientes, no preparo comida, no llevo bandejas a los clientes. Si un día no vengo al trabajo, los 80 restaurantes que tenemos van a seguir operando perfectamente bien, mientras que los muchachos y las chicas que están en la cocina, sin ellos no tendría trabajo, no tendría nada por hacer.

¿Cómo maneja, desde su posición de líder, tantas críticas que llegan a una marca como McDonald’s, desde la comida, el modelo de alimento propuesto o el servicio al cliente?

Prestamos mucha atención, hay muchos críticos que ya tienen una opinión bastante formada de nosotros y dicen cosas que a lo mejor fueron ciertas o a lo mejor nunca lo fueron, pero que tienen opiniones tan fijas que es muy difícil que nosotros, desde una apuesta formal, logremos convencerlos de que las cosas no son tan así.

Lo que también es cierto es que aprendemos, con mucho feed back, de clientes externos e internos, que son nuestros colaboradores, y siempre tratamos de hacer lo mejor posible, de progresar y llevar la marca hacia adelante, de levantar los estándares no solo nuestros, sino de nuestros proveedores, y en ese sentido creo que a veces no somos buenos para contar todo lo que hacemos en distintos ámbitos porque pensamos que eso al consumidor no le interesa tanto, pero yo me acuesto todas las noches contento de que estamos haciendo lo mejor posible para nuestras comunidades, para nuestros empleados y para nuestros accionistas.

Por Edwin Bohórquez Aya / @EdwinBohorquezA

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