El cierre del diario El Liberal de Popayán, Cauca, parece inevitable. El pasado sábado, mientras en la redacción del periódico se escuchaban las teclas de los computadores, una funcionaria de Vanguardia Liberal de Bucaramanga confirmó la noticia que hacía inminente la desaparición del periódico: el diario Q’Hubo, que se creó hace un año y medio para mitigar la difícil situación económica de El Liberal, no volvería a circular más: el pasado lunes fue su última edición.
Hoy, mientras los periodistas siguen contando las historias de los caucanos, el rumor más fuerte es que este sábado circularía por última vez uno de los diarios más antiguos del país. Sin embargo, los periodistas siguen en vilo, sin conocer aún la suerte del medio de comunicación. El actual gerente de la empresa editorial expresa que se debe esperar el comunicado oficial del grupo de medios Vanguardia Liberal de Bucaramanga, a pesar de que algunos columnistas y amigos del diario ya recibieron cartas de agradecimiento por la colaboración durante todos estos años. Así lo expresó Guillermo Alberto González, exgobernador del Cauca y exdirector del periódico.
Un domingo, el 13 de marzo de 1938, nació El Liberal, en medio de las ideas liberales que triunfaban en la década de los años 30. Fue fundado por Pablo Emilio Bravo y otros liberales de la época. “Siempre tuvo las ideas del oficialismo liberal y de los jefes de ese partido que fueron al Parlamento, como Francisco José Cháux, Carlos Lemos Simmonds, Víctor Mosquera y Aurelio Iragorri”, recuerda Eduardo Gómez exdirector de este diario.
En 1990 las mayores acciones del periódico pasan a manos del grupo de medios Vanguardia Liberal de Bucaramanga, de Alejandro Galvis Ramírez, quien lo integra a los diarios La Tarde de Pereira, El Universal de Cartagena, Vanguardia de Valledupar y El Nuevo Día de Ibagué.
En ese mismo año, El Liberal pasa de la tecnología de los linotipos y plancha plana a los computadores y la rotativa, y se nombra a la primera mujer profesional en la dirección, Aura Isabel Olano. La primera edición después de ese cambio de tecnología se tituló “Se silenciaron los linotipos”. Fue retirada en dos ocasiones de su cargo por intereses políticos del medio, que varias veces le costaron al diario la pauta de la Gobernación y la Alcaldía. En 1999 Olano salió de la dirección y la junta directiva eligió a Guillermo Alberto González Mosquera, exministro de Defensa y posteriormente gobernador del Cauca.
Hasta 2007 permaneció en el cargo y a finales de ese año llega Istmenia Ardila Díaz, una comunicadora social santandereana a quien le tocó no sólo conmemorar los 70 años del diario, sino también lanzar el rediseño de El Liberal y estrenar el periódico en la web. “Desde que El Liberal incursionó en la web empezamos a ver cómo se nos bajó el número de suscriptores y aumentaron las visitas en internet. Popayán tenía un creciente número de lectores en la página de El Liberal, lo que reflejaba que desde ese tiempo la crisis del periódico impreso se veía venir”, cuenta Ardila Díaz.
En 2008, Ardila renunció a su cargo como directora y desde entonces El Liberal dejó a Laurentino Tello, antes redactor judicial, como jefe de redacción del periódico, suprimiendo la figura del director. Pese a la difícil situación económica del diario, los periodistas siguen trabajando con la incertidumbre de que en cualquier momento se acallen 74 años de historia, a pesar de que tanto la gerencia como la familia Galvis sigan guardando un hermetismo total frente a lo que va a suceder con El Liberal.