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Entre espejos y penumbras: la armonía escénica de Preludio Invisible

Preludio Invisible, el desfile de la marca Punto Blanco, fue una muestra de una orquestación armoniosa de un desfile de moda en Colombiamoda 2025.

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William Cruz Bermeo
31 de julio de 2025 - 04:53 p. m.
Desfile de la marca Punto Blanco en Colombiamoda 2025. / Cortesía
Desfile de la marca Punto Blanco en Colombiamoda 2025. / Cortesía
Foto: renotsph
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Los desfiles de moda son un formato de exposición atractivo para la mayoría —y eso incluye marcas, diseñadores y público en general—. Su vínculo con los elementos esenciales del teatro ejerce un magnetismo poderoso. Sin embargo, no es algo que todos puedan permitirse: para las marcas y diseñadores, los costos son elevados y, para el público general, el acceso es restringido.

De ahí que los desfiles más grandilocuentes sean aquellos de grandes marcas o de diseñadores con respaldo y patrocinio financiero. No obstante, un gran presupuesto tampoco garantiza un desfile memorable, pues esa recordación deriva más bien de la orquestación armoniosa entre el espacio arquitectónico donde se produce, el uso de la iluminación como recurso narrativo y el sonido concebido como algo más que música ambiental, entre otros factores.

Preludio Invisible, el desfile de la marca Punto Blanco, fue una muestra de esa orquestación armoniosa. Tuvo lugar en la Biblioteca de Belén —comuna 16 de Medellín—, un espacio diseñado por el arquitecto japonés Hiroshi Naito, donde todo transcurre alrededor de un espejo cuadrangular de agua. Allí, la arquitectura del lugar marcaba la pauta para la ubicación de los asistentes, el paso de los modelos y la presentación en vivo de la Orquesta Filarmónica de Medellín. El espacio se mostraba en su estado natural, sin intervenciones impositivas, integrando por completo la propuesta escénica y la colección.

Un círculo de luz danzante se posaba sobre el espejo de agua como símbolo de Punto Blanco, mientras la Orquesta interpretaba una composición creada especialmente para la ocasión. A esto se sumaba una iluminación cálida para cerca de cincuenta salidas compuestas por prendas cotidianas y funcionales, que adquirieron un aura poética gracias a la interacción armoniosa entre espacio y elementos esenciales del desfile. Al cierre, una estela de oscuridad tras el paso en carrusel de los modelos anunciaba que el momento mágico estaba llegando a su fin.

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Por William Cruz Bermeo

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