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El diseñador Demna se despidió este miércoles de Balenciaga con un homenaje a los patrones clásicos del legendario modisto español, una colección de líneas simples, abundancia de negro y estrellas en la pasarela.
No faltó sin embargo la conocida irreverencia del diseñador, con una serie de hombres vestidos con trajes sobredimensionados, botas y gafas oscuras, a pesar de que el desfile se encuadraba en la Semana de Alta Costura femenina (colección otoño-invierno 2025).
El georgiano Demna Gvasalia, que pasa ahora a Gucci, tenía que despedirse de la casa con un último guiño provocador, su seña de identidad durante diez años.
Kim Kardashian, Isabelle Huppert, Naomi Campbell y Eva Herzigova desfilaron para el modisto.
“Caminando para el último espectáculo Balenciaga Couture de Demna con joyas de Lorraine Schwartz y usando los pendientes de diamantes de Elizabeth Taylor de su colección privada”, escribió Kim Kardashian en su cuenta de Instagram junto a varias fotos y videos del momento.
Trajes sastre de negro azabache, muy entallados en la cintura, sobredimensionados en las caderas y con hombreras tipo Nosferatu, para mejor destacar los rostros serios y a veces cadavéricos de las modelos maquilladas para la ocasión.
También hubo espacio para el color: un suntuoso abrigo brillante, de rosas, o un conjunto amarillo canario.
O un gran vestido de encaje, blanco, de pies a la cabeza, muy rígido, con una amplia falda que da un aspecto hierático a la modelo.
“Lo que Demna ha aportado a la moda, a Balenciaga y al éxito del grupo es inmenso. Su fuerza creativa es exactamente lo que Gucci necesita”, decía François-Henri Pinault, responsable del grupo de lujo Kering, en el comunicado que anunciaba el traslado a Gucci, sin duda el más inesperado del mercado de la moda en los últimos meses.
Los rumores sobre la sucesión de Sabato De Sarno, quien se marchó en febrero después de solo dos años al frente de la marca italiana, mencionaban más bien a Maria Grazia Chiuri, entonces futura exdirectora artística de las colecciones femeninas de Dior, o a Hedi Slimane, quien dejó Celine en octubre de 2024.
Este nombramiento sorpresa busca reactivar la marca italiana, que está perdiendo impulso.
Gucci representa el 44 % de la facturación de Kering (Saint Laurent, Bottega Veneta...), que vio sus ingresos retroceder un 12% en 2024, a 17.190 millones de euros, y su beneficio neto caer un 64 %.
Demna impuso durante su paso por Balenciaga piezas como la cazadora “bomber” en las pasarelas, o las zapatillas de plástico Crocs.
Las zapatillas deportivas Balenciaga son una referencia de las fans de la moda y el lujo, algo impensable en vida del creador español.
Aunque a veces este prodigio de la moda fue demasiado lejos, como cuando lanzó una campaña publicitaria en 2022 con niños que mostraban accesorios de inspiración sadomasoquista, lo que causó escándalo.
Una moda hinchada
La pareja neerlandesa Viktor and Rolf hicieron uso nuevamente de la ironía con un desfile que mostraba 15 pares de vestidos en negro, llenos de pliegues y capas de tela (tul, crinolina,...), en un estilo que recordaba los vestidos severos del siglo XIX.
Cada par de prendas era exactamente igual, pero una de las dos estaba inflada con (falsas) plumas.
“Queríamos mostrar que una cosa puede ser la misma y de diferentes maneras. Y nos gusta la idea de una pluma porque está tan vinculada a la alta costura. Al mismo tiempo, es un símbolo de libertad. Hemos explorado esta idea de transformación varias veces en nuestra carrera, pero nunca de forma tan enérgica como ahora”, explicó Viktor Horsting.
Las modelos llevaban plumas coloridas en la cabeza, ya sea solas o en forma de coronas o sombreros.
Estas plumas eran una creación de Stephen Jones, el sombrerero inglés objeto de una reciente retrospectiva en el Museo de la Moda parisino.
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