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Laura Veach y Cristina González Paredes dejaron sus trabajos corporativos como administradoras de empresas para dedicarse a una pasión que compartían: el amor por el cuidado de la piel.
“En nuestra familia hay varios dermatólogos así que desde muy chiquitas tenemos en nuestro ADN el tema del cuidado de la piel”, cuenta Laura Veach González.
En 2019 tomaron la decisión, luego de que Laura regresara de Estados Unidos tras más de seis años viviendo allá y como respuesta a su deseo de crear algo en su país. Durante más de dos años se dedicaron a encontrar las fórmulas precisas que combinaran ciencia y productos naturales, con el acompañamiento de familiares dermatólogas. Su mamá, Ana María Paredes, también es socia del emprendimiento.
“En mayo de 2021 logramos sacar la primera línea de productos de Essem Skincare al mercado”, recuerda con emoción González.
Essem Skincare es la primera marca colombiana de productos para el cuidado de la piel certificada como hipoalergénica y ha logrado facturar cerca de US$500.000 anuales.
Al mercado colombiano lo conquistaron con cuatro productos para la rutina diaria: un agua micelar, un sérum, un contorno de ojos y una crema hidratante.
“Nos dimos cuenta de que con cuatro productos más el bloqueador solar tienes la rutina completa de día y de noche. Creemos en el minimalismo en el cuidado de la piel. No necesitas 20 productos. Ese es el ADN de la marca”, explica González.
“Métale berraquera a lo que le apasiona” en TEDx Woman
En 2024, tras la publicación de una nota en una revista internacional, los encargados de un pódcast sobre emprendimiento femenino las buscaron para que contaran su historia. “Fue nuestra primera participación juntas en un pódcast y fue súper chévere poder contar nuestra historia y experiencia”, dice González.
Luego de la publicación del pódcast, los organizadores del TEDx Woman España las contactaron en marzo de 2024. “Ellos nos buscan y nos dicen: ‘queremos que ustedes sean unas de las ponentes de las speakers de este evento’. Ese momento fue literalmente un sueño cumplido”, asegura la emprendedora.
Después de la invitación, las hermanas empezaron a prepararse, porque querían que su charla “fuera realmente inspiradora. No solo queríamos hablar de la marca y de los productos. Realmente queríamos hablar de nuestra historia, de qué hemos aprendido, algo que realmente les sirviera a los que nos vieran a aplicar nuestra experiencia en su emprendimiento”.
Durante la charla, que se realizó este año, las hermanas contaron un obstáculo que se les presentó al comienzo del camino: “nos estafaron las personas del laboratorio con el que queríamos trabajar, que eran conocidos. Era toda nuestra inversión inicial, nuestros ahorros”.
En ese momento, se enfrentaron a dos decisiones: desistían del emprendimiento o buscaban financiación y continuaban.
“Nos preguntábamos: ¿volvemos a buscar trabajo cada una o seguimos adelante? Sin embargo, en nuestro ADN está el no rendirse, seguir era también un homenaje a nuestra familia", recuerda.
Así las cosas, en la charla emplearon la palabra “berraquera”, un término que en Colombia se utiliza para describir a personas valientes y determinadas, para contarles a los espectadores cómo lograron sacar adelante el emprendimiento.
“Berraquera es resiliencia, perseverancia, empuje y resume muy bien lo que es el empresario colombiano. Recuerdo que cuando cuando dijimos esa palabra en España la gente se enloquecía, o sea, al final nos buscaban después de la charla y nos preguntaban: ‘¿qué es ese concepto de berraquera? Yo voy a empezar a meterle berraquera a mi vida’“.
Para la empresaria, la participación en la charla la describe como “impresionante”, pues lograr construir el discurso que dieron “alrededor de lo que hemos aprendido, lograr hacerle un homenaje a nuestra familia, a Colombia fue un momento realmente surreal y hacerlo como hermanas emprendedoras fue un sueño cumplido”.
Trabajar siendo familia es otro de los motores para las emprendedoras, pues más allá del éxito económico, las impulsa el no defraudarse y a pesar de las dificultades saber que cuentan con la otra.
“Cuando empezamos éramos literalmente las tres: mi mamá y mi hermana presencialmente en Colombia y yo desde Estados Unidos. Vendíamos solamente a través de nuestra página web y en redes sociales. El primer escalón que nos llevó al siguiente nivel fue cuando entramos al retail, que te da cierto respaldo. Otro hito fue cuando contratamos al primer empleado”. Ahora cuentan con siete empleados y trabajan con agencias de mercadeo digital para determinados eventos o lanzamientos.
Sobre las dificultades a las que se han enfrentado, González menciona las regulaciones para entrar a mercados internacionales y la falta de capital para producir más líneas de productos.
“Nosotras somos muy responsables financieramente, entonces hacemos un lanzamiento más o menos cada año y medio. Nos soñamos con sacar productos que tenemos en la cabeza, pero todavía no ha habido capital para poderlos sacar todos. Estamos en el proceso de entrar a Amazon, que ya es como un hito, pero nuestro sueño es ser la primera marca colombiana en entrar a Sephora”.
A los emprendedores, González les recomienda tener claro el propósito de su marca. “En momentos difíciles, que son muchos, es cuando se hace más importante recordar por qué empezaste, recordar que esto va más allá de solo tú, sólo tu sueño. Además, si generas empleos eso te ayuda a seguir adelante”.
Tras cuatro años en el mercado, las hermanas esperan llevar sus productos a España. “Ya venimos trabajando en la internacionalización, especialmente en Estados Unidos y México. La charla nos abrió la puerta al mercado español y estamos trabajando en eso”, puntualiza González.
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