Los estampados dominan la propuesta de Loewe para la temporada otoño/invierno
La firma de origen español Loewe ha hecho de los estampados los grandes protagonistas de su colección femenina para el otoño-invierno 2024/25. En vestidos -los reyes de la colección, por su notable presencia-, principalmente, aunque también en camisas o pantalones.
Abraham de Amézaga
Los estampados de Loewe son de motivos vegetales, principalmente florales, pero también de plantas, caso del jengibre, o verduras, caso de la remolacha.
Bolsos como el Squeeze o el Puzzle Fold Tote participan de esa inspiración natural, aportando al invierno un aire de lo más primaveral. En esta ocasión, el eje ha sido la obra del artista estadounidense Albert York (1928-2009), que sobresalió por sus paisajes y bodegones de pequeño tamaño.
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El cuero, tan unido al ADN de Loewe, se ha mostrado de manera más discreta, en un segundo plano, aunque en prendas de peso, como por ejemplo dos espectaculares abrigos.
En ese terreno, el de los abrigos, los gruesos con generosos detalles plateados en los cuellos no dejaron a nadie indiferente. Tampoco las levitas hasta el suelo, inspiradas en el universo de los esmóquines; preparadas para ser portadas sobre vestidos al finalizar el día.
Los amplios volúmenes de los pantalones, una tendencia que se repite en los desfiles de esta semana, dejan claro que tendrán importante peso en las colecciones de las firmas el próximo invierno.
Por otro lado, en Loewe las hebillas de los cinturones se muestran anchas, y en el centro de los vestidos. El calzado, por su parte, no sigue un único modelo, aunque son las botas planas y bajas las que abundan
Su desfile otoño-invierno 2024/25, que se ha desarrollado, como en la anterior ocasión, en el jardín central del castillo de Vincennes, el que fuera centro del poder real durante el reinado de Luis IX, sumergía al público en un museo, con muros y suelos en verde y reproducciones de obras de York en algunas de las paredes.
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El evento ha congregado a multitud de rostros famosos. Entre los españoles, Ángela Molina, Marta Ortega, Greta Fernández y Úrsula Corberó, por mencionar algunos nombres. A nivel internacional, Meg Ryan, Shawn Mendes y Emili Ratajkowski, entre la lista de vips.
Loewe es uno de los desfiles que más expectación causa durante la Semana de la Moda de París; desde que el norirlandés Jonathan Anderson se ocupa de la dirección creativa de sus colecciones; hace ya más de una década
Miyake añade volúmen y color a sus plisados
La otra gran protagonista de los desfiles de hoy fue la firma japonesa Issey Miyake, que vuelve a tener el plisado en el centro inspirativo, la base desde la que van tomando forma sus colecciones.
Satoshi Kondo y su equipo parten, a la hora de idear la colección, del rico legado del recordado Issey Miyake (1938-2022), el fundador de la firma, pero yendo más allá en busca de novedades y actualización.
Con música en directo del también nipón Koki Nakano, han desfilado este viernes superposiciones, asimetrías y volúmenes, que forman una estampa donde deslumbran la calidad de los materiales y la acertada combinación de colores. El azul, que llega en tonos variados, puede conjuntarse, en su versión turquesa, con el fucsia.
El punto tiene un espacio central, en largos y abrigados vestidos, pegados al cuerpo y bufandas; en un pase en que también participaron modelos masculinos con propuestas atemporales.
No podían faltar los sublimes vestidos plisados, que se reservaron sobre todo para el final. El cierre ha sido, por tanto, una oda al plisado y quizá también a la cultura oriental más tradicional, con tres modelos que cubrían completamente a sus portadoras.
Los estampados de Loewe son de motivos vegetales, principalmente florales, pero también de plantas, caso del jengibre, o verduras, caso de la remolacha.
Bolsos como el Squeeze o el Puzzle Fold Tote participan de esa inspiración natural, aportando al invierno un aire de lo más primaveral. En esta ocasión, el eje ha sido la obra del artista estadounidense Albert York (1928-2009), que sobresalió por sus paisajes y bodegones de pequeño tamaño.
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El cuero, tan unido al ADN de Loewe, se ha mostrado de manera más discreta, en un segundo plano, aunque en prendas de peso, como por ejemplo dos espectaculares abrigos.
En ese terreno, el de los abrigos, los gruesos con generosos detalles plateados en los cuellos no dejaron a nadie indiferente. Tampoco las levitas hasta el suelo, inspiradas en el universo de los esmóquines; preparadas para ser portadas sobre vestidos al finalizar el día.
Los amplios volúmenes de los pantalones, una tendencia que se repite en los desfiles de esta semana, dejan claro que tendrán importante peso en las colecciones de las firmas el próximo invierno.
Por otro lado, en Loewe las hebillas de los cinturones se muestran anchas, y en el centro de los vestidos. El calzado, por su parte, no sigue un único modelo, aunque son las botas planas y bajas las que abundan
Su desfile otoño-invierno 2024/25, que se ha desarrollado, como en la anterior ocasión, en el jardín central del castillo de Vincennes, el que fuera centro del poder real durante el reinado de Luis IX, sumergía al público en un museo, con muros y suelos en verde y reproducciones de obras de York en algunas de las paredes.
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Miyake añade volúmen y color a sus plisados
La otra gran protagonista de los desfiles de hoy fue la firma japonesa Issey Miyake, que vuelve a tener el plisado en el centro inspirativo, la base desde la que van tomando forma sus colecciones.
Satoshi Kondo y su equipo parten, a la hora de idear la colección, del rico legado del recordado Issey Miyake (1938-2022), el fundador de la firma, pero yendo más allá en busca de novedades y actualización.
Con música en directo del también nipón Koki Nakano, han desfilado este viernes superposiciones, asimetrías y volúmenes, que forman una estampa donde deslumbran la calidad de los materiales y la acertada combinación de colores. El azul, que llega en tonos variados, puede conjuntarse, en su versión turquesa, con el fucsia.
El punto tiene un espacio central, en largos y abrigados vestidos, pegados al cuerpo y bufandas; en un pase en que también participaron modelos masculinos con propuestas atemporales.
No podían faltar los sublimes vestidos plisados, que se reservaron sobre todo para el final. El cierre ha sido, por tanto, una oda al plisado y quizá también a la cultura oriental más tradicional, con tres modelos que cubrían completamente a sus portadoras.