Bernard Arnault, el magnate de la moda francés, es una de las personas más ricas del mundo y la persona detrás de LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy).
Vale la pena mencionar que Arnault construyó pacientemente con LVMH un imperio global del lujo a través de adquisiciones emblemáticas que forjaron su reputación de empresario insaciable.
Todo empezó en 1987 mediante la fusión de Moët Hennessy y Louis Vuitton, lo que marcó el inicio de una nueva era para la industria del lujo. El grupo contaba con 10 casas, 12.000 empleados y unas ventas de 3000 millones de euros. Arnault dirige la empresa desde 1989.
LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy) posee más de 75 marcas conocidas y adquiridas a lo largo de los años, entre ellas Louis Vuitton, Moët Hennnesy, Kenzo, Guerlain, Fendi, Céline, Sephora, Bulgari, Tiffany, Christian Dior y Givenchy.
Además de moda, el grupo de lujo tiene marcas de vinos licores, marroquinería, perfumería y cosmética, relojería y joyería, entre otros sectores. LVMH opera en 80 países.
De acuerdo con la página oficial del grupo, “el desarrollo de LVMH se centró inicialmente en la adquisición de marcas, aportándoles los beneficios de la experiencia contrastada del Grupo, fomentando su crecimiento y respetando al mismo tiempo sus identidades distintivas. Todas las Maisons de LVMH comparten la firme convicción de que el atractivo de sus productos está íntimamente ligado a su sostenibilidad”.
¿Quién es Bernard Arnault?
Arnault nació el 5 de marzo de 1949 en Roubaix. Trabajó en la empresa de construcción de su padre con 22 años, tras pasar por la prestigiosa Escuela Politécnica.
En 1981, tras la elección del presidente socialista François Mitterrand, se marcha a Estados Unidos durante tres años. A su regreso, compra la empresa textil Boussac, muy endeudada, con la promesa de mantener los empleos.
Sin embargo, aplica un drástico plan de despidos y solo conserva algunas de las actividades, entre ellas la firma de moda Christian Dior. En ese momento tenía 35 años.
“A mi padre le sorprendí cuando fui a verle diciéndole: ‘Vamos a reorientar el grupo familiar y vamos a invertir en algo más prometedor, Christian Dior’”, le dijo a Radio Classique.
Su trayectoria tampoco no está libre de fracasos como cuando su gran rival François Pinault, al frente de PPR (Pinault Printemps Redoute), le robó la marca italiana Gucci en 1999 o cuando intentó en vano hacerse con el fabricante de artículos de cuero Hermès.
“A los empresarios franceses les toca encarnar -a veces de forma totalmente injustificada- las críticas del momento, ya que la mentalidad desde hace algunos años es un poco antiempresas”, lamentaba en 2016 en la cadena France 2.
También ha estado envuelto en polémicas. En 2021, LVMH pagó 10 millones de euros para evitar ser procesada en una investigación sobre un sistema de espionaje.
El multimillonario ha sido recibido por los principales dirigentes del mundo, desde los estadounidenses Barack Obama y Donald Trump -quien inauguró un taller Vuitton en Texas-, hasta el ruso Vladimir Putin.
En 2014, el entonces presidente francés François Hollande inauguró la fundación Louis Vuitton -un templo del arte contemporáneo- y su sucesor, Emmanuel Macron, la Samaritaine en 2021, un centro comercial de lujo situado en un edificio histórico de París.
Los cinco hijos de Arnault, casado con una pianista, trabajan para LVMH, pero no piensa jubilarse por el momento. La última asamblea general de LVMH extendió la edad límite para su puesto de director general a 80 años.
Este año, LVMH y Fórmula 1 anunciaron una alianza global por 10 años.
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