Gregorian Bivolaru tiene 71 años y es gurú del Movimiento para la Integración Espiritual en el Absoluto (MISA), el cual tiene numerosas escuelas de yoga. Sus adeptos ascienden a cientos de personas.
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Según una fuente cercana al caso, en realidad esta secta practica "el proxenetismo bajo pretensiones filosóficas". Hasta ahora, se estima que hay alrededor de 56 mujeres víctimas.
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El grupo enseñaba tantra yoga con fin de "condicionar a las víctimas a aceptar relaciones sexuales usando técnicas de manipulación mental para eliminar cualquier noción de consentimiento".
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Esta semana, en Francia, Bivolaru fue acusado formalmente por violaciones, abuso de persona vulnerable, secuestro y trata de seres humanos en banda organizada.
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Las detenciones de Bivolaru y otros integrantes del grupo se dieron en la región de París y en Niza. El operativo movilizó a 175 policías y permitió liberar a 26 mujeres.