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Apure, entre la violencia armada y la incertidumbre

Nuevos enfrentamientos en Apure (Venezuela), ejecuciones extrajudiciales y capturas arbitrarias son algunos hechos que podrían generar más desplazamientos en la frontera colombo-venezolana. Tres expertos hablaron con El Espectador sobre los nuevos combates que tuvieron lugar el fin de semana pasado y que dejaron más de una decena de muertos en las filas de la FANB.

María Paula Ardila - mpardila@elespectador.com
28 de abril de 2021 - 02:00 a. m.
Desde el 21 de marzo, los residentes de La Victoria, municipio apureño, están en medio de los combates.
Desde el 21 de marzo, los residentes de La Victoria, municipio apureño, están en medio de los combates.
Foto: AFP - DANIEL FERNANDO MARTINEZ CERVERA
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Lo que parecía un enfriamiento del conflicto entre las disidencias de las Farc del frente Décimo Martín Villa y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el estado venezolano Apure, ubicado en la frontera con Arauca (Colombia), solo fue la antesala de nuevas disputas que podrían agudizar la crisis social y generar más desplazamientos en la zona. Desde el 21 de marzo, los residentes de La Victoria, municipio apureño, están en medio de los combates. Organizaciones de derechos humanos advierten que cerca de 7.000 personas se han visto obligadas a salir del territorio desde entonces, muchas de ellas huyendo de la muerte y las capturas arbitrarias por parte de las Fuerzas Armadas venezolanas, según fuentes consultadas.

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Human Rights Watch (HRW) advirtió este lunes sobre la ejecución extrajudicial de al menos cuatro campesinos de una misma familia en Apure. Según el informe, las Fuerzas de Acciones Especiales venezolanas (FAES) se llevaron a la familia Remolina el 25 de marzo de su vivienda en La Victoria; sus cuerpos fueron encontrados a un kilómetro y medio, en El Ripial, con cortes y heridas de bala. Tres expertos hablaron con El Espectador sobre los nuevos combates que tuvieron lugar el fin de semana pasado y que dejaron más de una decena de muertos en las filas de la FANB.

Juan Francisco García, coordinador de FundaRedes en Apure

Se habla de un nuevo enfrentamiento en el transcurso del fin de semana. ¿Qué pasó?

El viernes 23 de abril hubo un enfrentamiento militar en los sectores de Tres Esquinas y La Capilla (Venezuela). Dos helicópteros aterrizaron para brindar apoyo al grupo que estaba en tierra y fueron sorprendidos por unidades de las disidencias de las Farc. Se habla de una emboscada donde fallecieron algunos militares venezolanos. Sabemos que las Farc entregaron algunos cuerpos a la iglesia y, además, hay nueve cadáveres en el hospital de Guasdualito, municipio Páez. También se habla de que las Farc hicieron contacto nuevamente con la iglesia para entregar 10 cuerpos más. Todavía es difícil saber una cifra concreta sobre las personas fallecidas.

Estos enfrentamientos se extendieron en la noche del viernes en el intento de rescatar a algunos miembros de la patrulla que fueron emboscados. El rescate se intentó hacer por vía fluvial con varias lanchas que el Ejército llama Pirañas, pero también fueron emboscadas; hubo disparos y se presume la muerte de dos efectivos militares más. El sábado continuaron los enfrentamientos en La Capilla y en Los Cañitos, y en la noche del lunes hubo disputas en El Ripial, se habla de aproximadamente seis explosiones consecutivas, pero hasta ahora se desconoce la cantidad de heridos. Hay información, aún sin confirmar, de que las disidencias de las Farc habrían incautado una gran cantidad de armas.

Varias organizaciones advierten de la captura de civiles por parte de las fuerzas armadas...

Sí. Hay temores por parte de los familiares que están refugiados en Arauquita (Colombia) y en otras ciudades, y que perdieron el contacto con su familia, con campesinos que están en zonas de conflicto como El Ripial, La Capilla y Tres Esquinas; desde hace un mes no han podido hablar con ellos y no hay manera de acceder a la zona. Nosotros teníamos datos de 33 civiles detenidos y solamente fueron presentados 26 ante los órganos de la justicia. Desconocemos totalmente las condiciones de integridad física de las otras siete personas. Además, estas 26 personas fueron presentadas ante la justicia por vía del ordenamiento militar cuando son campesinos y civiles.

¿Continúan los desplazamientos por el conflicto en la zona?

En un principio, los desplazados fueron cerca de 7.000, pero poco más de 1.300 retornaron a La Victoria y a las comunidades aledañas como Tres Esquinas y El Rincón. Sin embargo, desde finales de la semana pasada, continuaron las movilizaciones porque supimos que las disidencias de las Farc le pidieron a la comunidad que abandonara el territorio porque se venían nuevos enfrentamientos. Ahora, es importante decir que el desplazamiento que ha sido cuantificado es el de los apureños que han cruzado hacia Arauquita, pero algunas personas también salieron a otras ciudades venezolanas. La movilización es grande; La Victoria es una población de escasos 13.000 habitantes, y la proporción de personas en condición de refugiados en Arauquita es prácticamente el 65 % de la población, sin incluir a las personas que no están en ningún tipo de registros.

Ronna Risquez, investigadora de Runrunes

¿Qué se sabe de las denuncias sobre las ejecuciones extrajudiciales en Apure?

Se difundió el caso de Julio César Jiménez Millán, un joven que fue detenido. Cuando la familia intentó obtener información sobre Jiménez, le dijeron que estaba muerto y que falleció en un combate porque era guerrillero. La familia dice que se trataría de un falso positivo.

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En cuanto a los cuatro miembros de la familia Remolina, la ejecución ocurrió en La Victoria uno o dos días después del primer ataque del 21 de marzo. Dicen que los cuerpos de seguridad sacaron a la familia de la vivienda, los ejecutaron y los vistieron con prendas militares para simular que eran guerrilleros. Era una pareja con su hijo menor, de 20 años, y un allegado a la familia. Quien denuncia toda esta arbitrariedad es el hijo mayor con su esposa, que lograron pasar a Arauquita. Aquí se ve nuevamente una práctica por parte de la fuerza de seguridad venezolana: la simulación de supuestos enfrentamientos y la alteración de las escenas del crimen en los casos de ejecución extrajudicial.

Esto coincide con un patrón que en 2016 se vio en la masacre de Barlovento, una zona en el estado Miranda con altos índices de criminalidad que fue tomada por el Ejército. Murieron doce personas. Se sabe que detuvieron arbitrariamente a una veintena de jóvenes, la mayoría eran campesinos que quedaron detenidos en lugares donde estaban completamente incomunicados; varios de ellos fueron torturados. Siempre quedó la duda de si la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) fue la responsable. Lo llamativo es que, en esta masacre, el grupo que estaba actuando eran los comandos caribes, los mismos que enviaron a Apure.

¿Hay algún patrón en los operativos por parte de las fuerzas armadas venezolanas?

Los primeros incidentes con la Fuerza Armada venezolana encajan perfectamente en el patrón de lo que ha sido la actuación de los cuerpos de seguridad desde 2015. En ese momento, empezó lo que se llamó la OLP. Esta operación mixta, con funcionarios de la fuerza armada y de la fuerza policial, consistía en la incursión de estos funcionarios en zonas populares en la búsqueda de supuestos delincuentes. Lo que dijeron en su momento las autoridades es que se trataría de paramilitares colombianos.

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En esta búsqueda hubo una serie de matanzas que sumaban más de 560 víctimas, según una investigación que realicé hasta 2017. Y lo que los familiares de estas personas contaban de la incursión, era exactamente lo que ocurrió hace poco en Apure: los funcionarios llegaron y destruyeron todo a su paso, entraban a las viviendas sin órdenes de allanamiento. Ingresaban a los hogares, agredían a las mujeres, a los niños los apartaban, destruían las viviendas, y robaban lo que había adentro. En el caso de la OLP, ejecutaban a los hombres que consideraban que eran delincuentes y obviamente en la mayoría de los casos no lo eran.

Naryi Vargas, investigadora social en temas de seguridad territorial

¿Cuál es el contexto en la zona donde ocurrieron estos combates?

Son unos corregimientos que forman parte del municipio Urdaneta, donde antes había presencia del Eln, pero que por cuenta de los operativos fue despejada esa zona, y ahora la disidencia subió hasta ese lugar. Decían que allá podría estar “Ferley”, el financiero del frente 10 que empezó a tener controversias con la FANB en un principio. Pero todo es parte de especulaciones, la información es muy escasa.

¿Hay cambios dentro de la FANB que podrían resultar en enfrentamientos más severos?

Luego del primer cambio del comandante que estaba a cargo de la operación, se había generado un contexto de tensa calma en el cual el gobierno local y nacional estaban invitando a los apureños a regresar a la zona. Así ocurrió hace aproximadamente 12 días hasta este fin de semana pasado.

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Se cree que era posible que el gobierno estuviera manteniendo una negociación de manera confidencial con las disidencias para intentar llegar a un acuerdo. Y en efecto, aunque existían tensiones, no había acciones bélicas; no se volvieron a escuchar explosiones o ametrallamientos. Sin embargo, a finales de la semana pasada hubo un cambio de la persona que está a cargo de la operación y desde el viernes se volvieron a escuchar ráfagas en la zona rural.

Por María Paula Ardila - mpardila@elespectador.com

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Gvbnllnh. Bvc. Nm. N jn(98086)28 de abril de 2021 - 10:38 a. m.
PETRO PRESIDENTE!!!!! Animo y ayúdanos a volver a Colombia en la segunda venezuela. Me muero d e ganas q no hayan ricos. Solo pobres y envidiosos para colombia.
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