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Latinoamérica fue la región “más mortífera” para periodistas en 2022

De acuerdo con el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), casi la mitad de los asesinatos a reporteros fueron cometidos en la región.

25 de enero de 2023 - 08:29 p. m.
Fotografías de periodistas asesinados pegadas como protesta por sus colegas en una valla en la Secretaría de Gobernación, el 14 de febrero de 2022, en la Ciudad de México (México).
Fotografías de periodistas asesinados pegadas como protesta por sus colegas en una valla en la Secretaría de Gobernación, el 14 de febrero de 2022, en la Ciudad de México (México).
Foto: EFE - Isaac Esquivel

El último informe del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) evidenció que Latinoamérica fue la región donde más asesinatos de reporteros hubo. El texto, que se publica anualmente por la organización, aseguró que “el número de periodistas alrededor del mundo aumentó drásticamente” en comparación con años anteriores.

De acuerdo con el informe, los registros mortales de reporteros en Latinoamérica se acerca casi a la mitad de los números totales recogidos por el Comité. De esta manera, 30 periodistas fueron asesinados en la región en un contexto de “criminalidad y guerra”.

En total, 67 periodistas a lo largo del mundo fueron víctimas mortales en un contexto de criminalidad y guerra, anunció la organización. De acuerdo con el CPJ, esta cifra es “el número más alto desde 2018″.

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Los números arrojados el año pasado “indican un declive abrupto de la libertad de prensa”, aseguró Jodie Ginsberg, presidenta de la organización. De acuerdo con el análisis de los datos, en Latinoamérica se produjo cerca de la mitad de los asesinatos totales en el mundo, algo que alerta a Ginsberg.

“Cubrir la política, el crimen y la corrupción puede ser […] más mortífero que cubrir una guerra a gran escala”, expresó la directora.

Un detalle importante es que la gran mayoría de víctimas trabajaban para medios locales que cubren noticias de sus propias comunidades, lo que parece demostrar una mayor indefensión en su caso, según recoge la agencia EFE. Ese ha sido el caso claro de Filipinas, donde murieron cuatro periodistas de radios locales. Además, en este país, la periodista y ganadora del Nobel de paz María Ressa fue “acosada políticamente” a través de los tribunales judiciales de su país, según expresó.

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Pero no son solo las muertes violentas. “Gobiernos (de todo el mundo) continúan encarcelando un número récord de periodistas y no hacen frente a la espiral de violencia y la cultura de impunidad”, agregó Ginsberg.

El informe hace la precisión de que no todos los asesinatos se cometieron en circunstancias iguales. Por ejemplo, “de los 67 periodistas, […] por lo menos 41 fueron asesinados en conexión directa con su labor”. Sin embargo, los registros de la CPJ no definen qué sucedió con 26 de las muertes de reporteros. “Se está investigando actualmente […] si [los asesinatos] estaban relacionados con su trabajo”, explicó la organización.

Además de los hechos de violencia mortal, la organización también aseguró que hay una gran preocupación para el ejercicio de reportería debido a los encarcelamientos de periodistas en el mundo. Irán, China y Myanmar encabezan los registros de “encarcelamiento” a los comunicadores con más de 40 casos cada uno.

¿Por qué Latinoamérica?

Un apartado especial del informe habla sobre los riesgos del periodismo en América Latina. Por una parte, la región está inmersa en “crimen, corrupción, la violencia de maras y el medio ambiente”, lo que conlleva “mayor riesgo”, asegura el texto.

México, por ejemplo, es un ejemplo de violencia contra reporteros “que jamás se ha dado”. En ese país hubo 13 reporteros asesinados y varias agresiones por parte de grupos ilegales. En noviembre de 2022, tres periodistas fueron dados por desaparecidos y posteriormente un grupo narcotraficante se adjudicó su secuestro.

Haití, por su parte, también nutrió las cifras de violencia y asesinato. Según el informe, a estos factores en esta nación se sumó “la criminalidad y la emergencia humanitaria”.

El asesinato de reporteros es, para la organización, una crisis. Esto se debe a que se generan “desiertos mediáticos” y se contribuye a “la inseguridad de las comunidades locales”.

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Brasil, Chile y Colombia también aparecen citados como casos comprobados de asesinatos intencionados de periodistas, y se subraya el caso del colombiano Rafael Emiro Moreno Garavito, asesinado en un restaurante después de haber denunciado en su diario independiente Voces de Córdoba narcotráfico y corrupción política.

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