Nicolás Maduro asumió su tercer mandato el 10 de enero, entre acusaciones de fraude electoral. La oposición y organismos como el Centro Carter aseguran que los comicios no fueron democráticos.
Maduro cuenta con el respaldo de aliados como Rusia, China e Irán, mientras que más de 20 países, incluidos EE. UU., Canadá, Brasil y Colombia, desconocen su legitimidad.
Con el regreso de Trump a la presidencia, EE. UU. impuso nuevas sanciones a Venezuela, incluyendo aranceles al petróleo. Maduro respondió con un estado de emergencia económica y alertas de viaje.
En tres meses, más de 2.500 migrantes venezolanos fueron deportados, principalmente desde EE. UU., lo que el chavismo califica como una “agresión civilizatoria”.
El gobierno prepara hasta diez elecciones en 2025, incluidas las regionales y parlamentarias en mayo, mientras parte de la oposición debate si participar o no.
Maduro impulsa una reforma a la Carta Magna liderada por el fiscal Tarek William Saab, cuyo borrador se presentará en mayo.
Caracas planea elegir gobernador para el Esequibo, aumentando el conflicto con Guyana, que pidió a la Corte Internacional de Justicia frenar la medida.
En 100 días, el bolívar se ha devaluado un 33 % frente al dólar, reflejando una economía aún golpeada pese a intentos oficiales de estabilización.