El papa Francisco quiso visitar el santuario mariano de Fátima, en Portugal, desde el primer momento que se organizó este viaje para participar en los actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, y hoy le esperaban cerca de 200.000 fieles, a los que habló de la figura de María, pero no mencionó las guerras en el mundo.