A muchas personas no les cae bien Greta Thunberg

Desde su primera aparición pública en agosto de 2018, cuando tenía 15 años, su tono directo y desafiante al hablar sobre el cambio climático incomodó a políticos y empresarios.

Camilo Gómez Forero
Ilustraciones: William Niampira
Sábado 7 de junio de 2025

Algunos adultos también se sintieron incómodos al ver a una adolescente “regañándolos”.

Luego de tantas tragedias vistas en los últimos años, podemos entender que su enojo tenía razón de ser.

La ridiculizaron, la acusaron de ser una marioneta de grupos ambientalistas...

Incluso se burlaron de su diagnóstico de asperger, el cual ella llama su “superpoder”.

Pero todo el mundo, admiradores y detractores, puede coincidir en algo: es una activista única.

¿Qué la hace diferente?

“Pudo haber seguido el juego y haberse convertido en una activista muy rica y aprobada por el establishment. En cambio, ha demostrado una integridad auténtica y está allá afueraasumiendo riesgos y realizado actividades reales. Bien por ella”, escribió el periodista independiente Jake Hanrahan.

Esta semana, Greta emprendió un arriesgado viaje hacia la Franja de Gaza con el objetivo de entregar ayuda al territorio devastado.

Partió en un velero llamado Madleen, operado por el Freedom Flotilla Coalition, desde el puerto de Catania, Sicilia, en el sur de Italia.

No lo hizo sola: con ella viajan 10 personas más, entre ellas el actor Liam Cunningham, quien interpretó a sir Davos Seaworth en la serie Juego de tronos.

Sí, el fiel escudero de Danerys Targaryen, primera de su nombre, la no quemada, reina de los ándalos y los primeros hombres, Khaleesi del Gran Mar de Hierba... bueno, ustedes saben el resto.

“Estamos haciendo esto porque, sin importar las probabilidades que tengamos, tenemos que seguir intentándolo”, dijo Greta, llorando durante su discurso antes de zarpar.

“Porque en el momento en que dejamos de intentarlo, perdemos nuestra humanidad. Y, por muy peligrosa que sea esta misión, no es ni de lejos tan peligrosa como el silencio del mundo entero ante el genocidio transmitido en directo”, agregó.

El viaje, según pronósticos, dura siete días, por lo que podrían llegar a su destino este fin de semana, si nada los detiene.

No es la primera vez que Greta intenta algo así. El mes pasado, la joven activista intentó zarpar en otro barco, el Conscience, pero este fue presuntamente atacado por dos drones mientras navegaba por aguas internacionales frente a la costa de Malta.

El Madleen navegará por el mar Mediterráneo oriental, aproximadamente a 80 km de las costas de Grecia y Chipre.

Pero la misión no se detiene allí.

“Estamos rompiendo el cerco a Gaza por mar, pero eso es parte de una estrategia más amplia de movilizaciones que también intentará romper el cerco por tierra”, afirmó el activista Thiago Ávila.

Existe un movimiento, la Marcha Global a Gaza, que se compone de médicos, abogados y medios de comunicación que tiene previsto partir a Egipto y llegar al cruce de Rafah a mediados de junio. Buscan no solo protestar, sino llevar ayuda.

Liderados, en parte, por una joven activista sueca que no se conformó con hablar desde un podio, sino que decidió navegar hacia donde muchos prefieren no mirar.

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