De esta forma, se prohíbe la venta de todo tipo de hongos alucinógenos, ya que el comercio de estos hongos secos ya estaba prohibido, indicó un comunicado oficial.
En octubre de 2007, la coalición de Gobierno formada por laboristas, democristianos y calvinistas anunció que estaba estudiando esta medida. Tras constatar el incremento en el consumo de estos hongos, Sanidad adelantó entonces que la ingesta de setas frescas alucinógenas “puede inducir una actitud impredecible y llena de riesgos”.
Con la aprobación de la medida, Holanda desestima los argumentos de los productores de setas alucinógenas, que advertían de que su prohibición trasladaría la venta al mercado negro.
Los vendedores aseguraban que estos hongos, de venta regulada en Holanda desde hace más de quince años, “no causan problemas” y se oponían a aprobar una prohibición “basada en incidentes”.
En marzo de 2007, una turista francesa se lanzó desde un puente de Amsterdam después de consumir hongos alucinógenos, si bien no se pudo determinar que su acción fuese causa directa de la ingesta de ese producto.