Viticultores franceses cambian de cepa para salvar el vino ante calentamiento

Las uvas de Corbières, en el sur de Francia, empiezan a madurar demasiado rápido.

Con el calentamiento global, se llenan de azúcar y crean vinos con más alcohol, obligando a los viticultores a usar cepas más resistentes a las altas temperaturas, como las españolas o las portuguesas.

Al frente de un terreno de 1.500 hectáreas, Claude Vialade apostó en 2009 por crear un pequeño viñedo resistente al cambio climático. Para ello, usó cepas portuguesas y españolas, entre ellas el alvarinho y el verdejo, más aptas para las altas temperaturas.

Los viticultores que apuestan por cambiar sus cepas se enfrentan a otra dificultad. Si quieren mantenerse dentro de las denominaciones de origen, siguen sujetos a varias restricciones.