Cinco muertos y 70 heridos deja atentado en Kenia
Los hechos ocurrieron al término de una concentración contra la nueva Constitución que Kenia debe votar en referéndum el próximo 4 de agosto.
EFE
Al menos tres personas han resultado muertas y más de 70 heridas este domingo por dos explosiones registradas en el Uhuru Park de Nairobi, al término de una concentración contra la nueva Constitución que Kenia debe votar en referéndum el próximo 4 de agosto, según el periódico Sunday Nation.
Según la página web del rotativo, dos explosiones se produjeron en el lugar mientras un predicador dirigía los rezos al término del mitin, que se había desarrollado de forma totalmente pacífica.
La concentración, a la que acudieron miles de personas, contó con la asistencia de dirigentes religiosos y políticos que se oponen al proyecto de Constitución aprobado por el parlamento y que deberá ser ratificado o rechazado el 4 de agosto.
"Es un incidente muy lamentable que condeno en los términos más firmes posibles", declaró a la prensa el primer ministro del país, Raila Odinga, quien acudió al lugar del suceso.
La reunión concluyó a las seis de la tarde (17.00 GMT), la hora a la que la Ley impone el término de estos eventos, pero uno de los dirigentes religiosos, el pastor James Ngang, prosiguió con los rezos y las explosiones se produjeron media hora después.
La primera explosión, según testigos citados por el periódico, se produjo fuera del grupo de concentrados y, pese a que hubo algunos heridos, el pastor Ngang dijo a los asistentes que no tuvieran miedo y siguió con los rezos.
La segunda explosión alcanzó de lleno al grupo y fue la que causó la mayor parte de los daños y provocó que los concentrados huyeran en todas las direcciones, mientras los heridos eran trasladados a varios hospitales de Nairobi.
El periódico indica que un experto de la Policía, presente en el lugar y que pidió no ser identificado, señaló que los artefactos fueron probablemente bombas de fabricación casera.
La oposición a la nueva Constitución, reclamada por la comunidad internacional y organizaciones sociales para evitar nuevos problemas políticos en Kenia y la violencia postelectoral como la del pasado 2008, la centran organizaciones cristianas y musulmanas.
Las iglesias cristianas se oponen al proyecto de Constitución pues admite algunos tribunales islámicos y consideran que puede permitir que se acepte el aborto.
El 4 de agosto próximo, Kenia celebrará un referéndum sobre la nueva Constitución del país, en la que los votantes tendrán que responder a la pregunta "¿Apruebas la nueva constitución propuesta?" en inglés y swahili, los dos idiomas oficiales de Kenia, y los votantes decidirán marcando la casilla del "Sí" o la del "No".
El nuevo texto constitucional fue aprobado por el parlamento de Kenia el pasado 1 de abril tras un proceso de consultas y debates que se inició el 17 de noviembre de 2009 con la publicación del primer borrador del texto.
La constitución en vigencia data de 1963, cuando Kenia se independizó del Reino Unido, y expertos internacionales creen que el texto necesitaba una revisión ya que concede excesivos poderes al presidente, no observa el puesto de primer ministro y responde a una antigua situación política en la que existía un solo partido.
La nueva Carta Magna propuesta consolida los puestos de presidente y primer ministro, introduce un Senado como nueva cámara alta y descentraliza la administración devolviendo poderes a las diferentes regiones y distritos del país.
La redacción de una nueva constitución fue uno de los puntos acordados por el gobierno de coalición que surgió en Kenia tras la violencia postelectoral de principios de 2008, después de que el actual primer ministro, Raila Odinga, acusara al presidente, Mwai Kibaki, de haber amañado las elecciones del 27 de diciembre de 2007 para ser reelegido.
Tras la denuncia de Odinga, estalló una ola de violencia que, según cifras oficiales, dejó un saldo de 1.300 muertos y más de 300.000 personas desplazadas.
La violencia finalizó cuando los dos rivales políticos llegaron a un acuerdo, mediado por el ex Secretario General de la ONU Kofi Annan, para formar un gobierno de coalición e implementar una serie de reformas estructurales en Kenia.
Otros puntos del acuerdo alcanzado se refieren a la revisión de las leyes electorales, la reforma del sistema judicial y una mejora en la distribución de tierras, pero el gobierno de coalición ha sido incapaz de avanzar en la agenda de reformas.
Al menos tres personas han resultado muertas y más de 70 heridas este domingo por dos explosiones registradas en el Uhuru Park de Nairobi, al término de una concentración contra la nueva Constitución que Kenia debe votar en referéndum el próximo 4 de agosto, según el periódico Sunday Nation.
Según la página web del rotativo, dos explosiones se produjeron en el lugar mientras un predicador dirigía los rezos al término del mitin, que se había desarrollado de forma totalmente pacífica.
La concentración, a la que acudieron miles de personas, contó con la asistencia de dirigentes religiosos y políticos que se oponen al proyecto de Constitución aprobado por el parlamento y que deberá ser ratificado o rechazado el 4 de agosto.
"Es un incidente muy lamentable que condeno en los términos más firmes posibles", declaró a la prensa el primer ministro del país, Raila Odinga, quien acudió al lugar del suceso.
La reunión concluyó a las seis de la tarde (17.00 GMT), la hora a la que la Ley impone el término de estos eventos, pero uno de los dirigentes religiosos, el pastor James Ngang, prosiguió con los rezos y las explosiones se produjeron media hora después.
La primera explosión, según testigos citados por el periódico, se produjo fuera del grupo de concentrados y, pese a que hubo algunos heridos, el pastor Ngang dijo a los asistentes que no tuvieran miedo y siguió con los rezos.
La segunda explosión alcanzó de lleno al grupo y fue la que causó la mayor parte de los daños y provocó que los concentrados huyeran en todas las direcciones, mientras los heridos eran trasladados a varios hospitales de Nairobi.
El periódico indica que un experto de la Policía, presente en el lugar y que pidió no ser identificado, señaló que los artefactos fueron probablemente bombas de fabricación casera.
La oposición a la nueva Constitución, reclamada por la comunidad internacional y organizaciones sociales para evitar nuevos problemas políticos en Kenia y la violencia postelectoral como la del pasado 2008, la centran organizaciones cristianas y musulmanas.
Las iglesias cristianas se oponen al proyecto de Constitución pues admite algunos tribunales islámicos y consideran que puede permitir que se acepte el aborto.
El 4 de agosto próximo, Kenia celebrará un referéndum sobre la nueva Constitución del país, en la que los votantes tendrán que responder a la pregunta "¿Apruebas la nueva constitución propuesta?" en inglés y swahili, los dos idiomas oficiales de Kenia, y los votantes decidirán marcando la casilla del "Sí" o la del "No".
El nuevo texto constitucional fue aprobado por el parlamento de Kenia el pasado 1 de abril tras un proceso de consultas y debates que se inició el 17 de noviembre de 2009 con la publicación del primer borrador del texto.
La constitución en vigencia data de 1963, cuando Kenia se independizó del Reino Unido, y expertos internacionales creen que el texto necesitaba una revisión ya que concede excesivos poderes al presidente, no observa el puesto de primer ministro y responde a una antigua situación política en la que existía un solo partido.
La nueva Carta Magna propuesta consolida los puestos de presidente y primer ministro, introduce un Senado como nueva cámara alta y descentraliza la administración devolviendo poderes a las diferentes regiones y distritos del país.
La redacción de una nueva constitución fue uno de los puntos acordados por el gobierno de coalición que surgió en Kenia tras la violencia postelectoral de principios de 2008, después de que el actual primer ministro, Raila Odinga, acusara al presidente, Mwai Kibaki, de haber amañado las elecciones del 27 de diciembre de 2007 para ser reelegido.
Tras la denuncia de Odinga, estalló una ola de violencia que, según cifras oficiales, dejó un saldo de 1.300 muertos y más de 300.000 personas desplazadas.
La violencia finalizó cuando los dos rivales políticos llegaron a un acuerdo, mediado por el ex Secretario General de la ONU Kofi Annan, para formar un gobierno de coalición e implementar una serie de reformas estructurales en Kenia.
Otros puntos del acuerdo alcanzado se refieren a la revisión de las leyes electorales, la reforma del sistema judicial y una mejora en la distribución de tierras, pero el gobierno de coalición ha sido incapaz de avanzar en la agenda de reformas.