Publicidad

'El fósforo que encendió el antiamericanismo'

Guy Golan, experto en medios y diplomacia e invitado al foro de Opinión Pública de la Universidad Externado de Colombia, dice que las burlas a Mahoma fueron sólo el detonante de un sentimiento acumulado.

Daniel Salgar Antolínez
21 de septiembre de 2012 - 10:00 p. m.
Las protestas en Pakistán, especialmente en la ciudad de Karachi fueron muy violentas. El saldo: trece muertos.   / AFP
Las protestas en Pakistán, especialmente en la ciudad de Karachi fueron muy violentas. El saldo: trece muertos. / AFP

La ridiculización del profeta del islam, Mahoma, en un video divulgado en Youtube y en una caricatura del semanario francés Charlie Hebdo desató 12 días de protestas en cerca de 20 países del mundo árabe y musulmán. Durante la jornada conocida como “el viernes de la ira”, en Pakistán, al menos 13 personas murieron en las manifestaciones; en Líbano siguieron las movilizaciones convocadas por Hezbolá, y en Yemen, Indonesia, Egipto y otras naciones los musulmanes siguen enardecidos. Organizaciones árabes e islámicas condenan el material ofensivo, que ya comienza a crear una crisis diplomática.

Guy Golan, profesor de relaciones públicas y diplomacia de la Universidad de Syracuse (EE.UU.), invitado al Congreso Latinoamericano de Opinión Pública en la Universidad Externado de Colombia, le dijo a El Espectador que las burlas a Mahoma fueron sólo la chispa que hizo estallar el antiamericanismo acumulado.

La fórmula en EE.UU. es: su libertad de expresión termina donde hace daño al otro. Si alguien llama a otros a asesinar, debe ser censurado. Si expresa una posición disidente respecto a una política gubernamental, se debe permitir.

Estamos ante un encuentro entre libertad de expresión y política internacional. ¿Cuáles son los puntos clave de este debate?

Se trata de un balance entre las perspectivas de libertad de expresión y el hecho de que a veces este flujo de información puede herir algunos intereses. Sin embargo, EE.UU. debe ser consistente con su compromiso con la libertad de expresión, eso define a los estadounidenses como pueblo y gobierno.

¿Cómo entender esto en el caso de las ofensas a Mahoma?

Tenemos un choque de perspectivas sobre qué es libertad de expresión. La mayoría de gente indignada no vive en países donde haya mucha libertad de expresión, como Pakistán, Sudán, Egipto... No disfrutan de esa libertad como en EE.UU. o Europa, no entienden por qué el Gobierno simplemente no censura la información o baja el video de internet. La gente en Occidente está muy disgustada por el video, pero están comprometidos con los valores de la libre expresión. En Oriente Medio muchos no están familiarizados con ese concepto y lo que implica: a veces se debe permitir la expresión de cosas con las que uno no está de acuerdo.

Desde una perspectiva ética, ¿cómo entender la publicación que hizo ‘Charlie Hebdo’?

Creo que republicaron la caricatura para resaltar el compromiso de los europeos con la libertad. Tan pronto dejas que la gente de otros países determine tus valores locales, estás deshaciéndote de parte de tu identidad y dejando que extremistas y violentos dicten tu orden político. Eso no es lo correcto.

Eligieron publicar la caricatura en un momento de alta tensión...

Nadie sabe cuáles fueron sus motivaciones reales. ¿Ofrecer un sentido político? ¿Autopromocionarse? ¿Provocar? En el escenario internacional de los medios siempre compiten intereses.

El video de Mahoma no fue hecho por el gobierno de EE.UU. ¿Por qué la ira contra él?

El video fue sólo un fósforo puesto sobre una plataforma de gasolina que es el antiamericanismo. Hay ironía en este punto: en Siria, decenas de miles de civiles mueren y esto no levanta protestas en el mundo árabe. Chinos y rusos bloquean cualquier intervención en Siria y no se ven manifestaciones anti-China o anti-Rusia. Pero, aun cuando EE.UU. no está involucrado en la elaboración del video, se viene una gran manifestación. Esto abre muchas preguntas sobre qué hay detrás del antiamericanismo.

¿Y qué hay detrás?

Investigaciones muestran una paradoja: por un lado, los musulmanes dicen que EE.UU. y los estadounidenses les caen bien. Pero no les gusta la política de ese gobierno, sobre todo por su apoyo a Israel y su presencia en Irak y Afganistán. El antiamericanismo es más complejo que cualquier otro asunto; llega hasta los colegios, la comunicación interpersonal, lo que se escucha en las calles y mezquitas, lo que se ve en canales de televisión y el cubrimiento de medios en el mundo musulmán.

¿Estas publicaciones generan una crisis diplomática?

Sí. Uno de los objetivos centrales de la diplomacia pública de EE.UU. es promocionar una actitud positiva hacia ese país en el mundo musulmán. EE.UU. espera hacerlo comunicando sus valores, pero la diplomacia ha tenido dificultades para explicar su valor de la libertad al mundo musulmán. Resulta contraproducente y puede elevar los ya altos niveles de antiamericanismo.

Por Daniel Salgar Antolínez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar