El Taj Mahal ya no se ve por culpa de la contaminación

La capital de la India, Nueva Delhi, se está asfixiando. La contaminación y el humo por las quemas en los campos están causando graves estragos. Así se vive (¿sobrevive?) en la ciudad más contaminada del mundo.

Cada año, por esta época, en India el aire se vuelve irrespirable.

La contaminación reduce en 11,9 años de media la esperanza de vida de los habitantes de Nueva Delhi y en cinco años la de la población global de India.

Los agricultores, parte del problema, aseguran que las quemas son una práctica tradicional, simple y barata y que la contaminación urbana no les concierne.

India, el país más poblado del mundo, depende del carbón para producir energía. Las emisiones por habitante aumentaron un 29% en siete años.

de la revista médica británica The Lancet imputó a la mala calidad del aire 1,67 millones de muertes prematuras en India el año anterior, casi 17.500 de ellas en la capital.

Cada invierno, los niveles de PM2,5, unas micropartículas cancerígenas que penetran en los pulmones y la sangre, se ubican 30 veces por encima del nivel máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).