La guerra de las apps llega a la política
Las aplicaciones y los servicios digitales son un bien preciado de los gobiernos. Algunos expertos llegan a afirmar que estamos antes el inicio de una nueva guerra fría mediada por la tecnología.
El hackeo masivo del pasado miércoles a importantes figuras públicas como el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, el candidato demócrata a las elecciones presidenciales de este noviembre, Joe Biden, y Elon Musk, es un recordatorio más de que los ataques de hoy en día se están llevando a cabo en la virtualidad. Se trata tan sólo de una de las aristas de un profundo juego de tensiones cuyas consecuencias todavía desconocemos, pues lo digital se convirtió desde hace tiempo en ese espacio de disputa política, social, ideológica y hasta económica. Algunos expertos han llegado a asegurar que estamos ante el inicio de una nueva guerra fría, liderada por China y Estados Unidos, y mediada por la tecnología.
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El hackeo masivo del pasado miércoles a importantes figuras públicas como el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, el candidato demócrata a las elecciones presidenciales de este noviembre, Joe Biden, y Elon Musk, es un recordatorio más de que los ataques de hoy en día se están llevando a cabo en la virtualidad. Se trata tan sólo de una de las aristas de un profundo juego de tensiones cuyas consecuencias todavía desconocemos, pues lo digital se convirtió desde hace tiempo en ese espacio de disputa política, social, ideológica y hasta económica. Algunos expertos han llegado a asegurar que estamos ante el inicio de una nueva guerra fría, liderada por China y Estados Unidos, y mediada por la tecnología.
El anterior no es el primer ataque que sufre la plataforma. En marzo de 2017, muchas cuentas auditadas, incluidas las de Amnistía Internacional, el Ministerio de Economía de Francia y la BBC de América del Norte, habían sido pirateadas, y en agosto pasado, una serie de mensajes racistas fueron publicados en la cuenta personal de Jack Dorsey, uno de los fundadores de Twitter, sin su conocimiento. Sin embargo, el ataque pirata del miércoles parece estar en una escala diferente y planteó muchas preguntas a casi tres meses de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, donde se espera que los problemas de seguridad cibernética estén en primer plano.
Ildikó Szegedy-Maszák, profesora de Derecho Económico Internacional de la Pontificia Universidad Javeriana encuentra afirma que a los gobiernos se les salió de control desde hace tiempo la industria tecnológica. Para entender lo que ocurre hace un símil con lo ocurrido durante y después de la segunda guerra mundial. El actor clave de ese momento fue el acero, la energía atómica y el carbón. En ese momento no se pudo manejar, por lo que se convirtió en un arma entre los diferentes países. Lo que en ese momento fue el acero y demás ahora son los grandes negocios en línea”.
¿Cuál es el valor real de lo virtual y por qué las grandes potencias están interesados en capitalizar sus fichas allí? Para Szegedy-Maszák el tema es mucho más complejo de lo que parece. “Yo diría que el poder que genera esto no solo es económico, sino que permite acceder a los datos, a los gustos y a todo lo que quieras de la gente. Ese es otro elemento que genera plata y poder”.
“La República Popular China está enfrascada en una guerra relámpago económica, una campaña agresiva y orquestada para instalarse en la cima de la economía mundial y superar a Estados Unidos como primera superpotencia mundial”, dijo el secretario de Justicia estadounidense, Bill Barr, en un discurso pronunciado en Michigan. Además, desde la Blanca se emitió la semana pasada un comunicado que anunciaba medidas contra empleados de Huawei: “El Departamento de Estado va a imponer restricciones de visas contra ciertos empleados de empresas de tecnologías chinas que dan apoyo material a regímenes que participan en violaciones de los derechos humanos y abusos”.
Para el gobierno Chino, sin embargo, se ha iniciado una campaña de desinformación en su contra orquestada por Estados Unidos.”La política actual de China en los Estados Unidos se basa en errores de cálculo estratégicos mal informados y está llena de emociones, caprichos y fanatismo macartista”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Wang Yi. Otro de los países involucrados es India, que prohibió este mes 59 aplicaciones chinas, entre ellas TikTok, en nombre de la seguridad nacional en un contexto de tensiones con Pekín a raíz del enfrentamiento mortífero entre tropas de ambos países en el Himalaya. “La india es un poder en todo lo relativo a la conectividad. Ahora la estamos viendo más, en parte porque hay grandes inversionistas. Saben que eso se llama poder económico, político, por lo que no puede quedarse detrás de China”.
El interrogante es si los Gobiernos realmente están velando por los argumentos que defienden, es decir, la seguridad nacional y la de los datos de sus ciudadanos. Sobre este tema Szegedy-Maszák señaló: “Los países y lo gobiernos no tienen cómo defender los datos y proteger a los ciudadanos. Es muy difícil estar pendiente de todo lo que está ocurriendo en línea. Por esta razón los demócratas han insistido en que no se puede dejar crecer tanto monstruos como Amazon o Facebook. Porque se convierten en empresas incontrolables”.
La profesora remató: “Todo el mundo está espiando. Eso pasa desde que existimos. Espían los estados, las empresas, por lo que los datos de los seres humanos en realidad nunca han estado tan protegidos. Desde hace años podían ver a qué horas íbamos al baño. Lo que ocurre es que cuando entra en el juego la big data, la inteligencia artificial y el machine Learning, significa que los datos son improtegibles, están en manos de privados, en cualquier momento son hackeados”