¿Por qué Estados Unidos construye un centro de detención para transexuales indocumentados?

Las autoridades migratorias estadounidenses abrirán a finales de 2016, en Texas, un nuevo centro de detención para indocumentados que incluirá una unidad especial para transexuales. Actualmente esa unidad se construye en la localidad de Alvarado, cerca de Dallas, y contará con 36 camas para inmigrantes transexuales, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, en inglés). La inauguración está prevista para noviembre y el centro estará operado por la empresa privada Emerald Correctional Management.

¿Por qué una unidad especial para transexuales indocumentados? Los abusos sexuales y otras agresiones contra personas trans no son una novedad en las rutas de la migración ilegal. Según una investigación de Fusion, las mujeres transexuales son víctimas del 20 % de las agresiones sexuales cometidas en los centros para inmigrantes pese a que tan solo representan el 0,2 % de los detenidos. Un informe de Fusión de 2014 encontró que había unas 75 personas transgénero detenidas por el ICE todas las noches, menos del 1% de los cerca de 34.000 personas en situación de detención.

Un informe reciente de la ONG Human Rights Watch sobre inmigrantes transexuales reportó que más de la mitad de las mujeres citadas en el reporte estuvieron encerradas en centros masculinos.

Esta no será la primera unidad especial para transexuales en territorio norteamericano. El ICE tiene otro centro en Santa Ana (California) con una unidad para transexuales, pero está previsto su cierre ya que las autoridades locales han aprobado suspender el contrato con la agencia federal.

Hace un año, un grupo de 35 congresistas estadounidenses solicitó al Gobierno la liberación de todos los inmigrantes transexuales: "Estas personas son completamente vulnerables al abuso, incluido sexual, durante su detención". Organizaciones que defienden los derechos del colectivo han alertado que las transexuales también enfrentan la falta de medicamentos para sus terapias de reemplazo hormonal y la incomprensión de los guardias.

La atención diferenciada a transexuales se ha convertido en un tema prioritario en la agenda del Gobierno federal en Estados Unidos. Hace pocas semanas el presidente Barack Obama apoyó públicamente el diseño de baños de género neutro, a los cuales pueda ingresar cualquier tipo de trabajadores y visitantes independientemente de su sexo. Esto, aunque no es la solución ideal, busca mitigar las frecuentes agresiones contra personas trans cuando entran al baño para el sexo con el cual se identifican, y abrir una puerta para aquellas personas que están en un proceso de identificar su identidad de género.

Obama venía allanando el camino hacia iniciativas como esta. En 2015, fue el primer presidente de su país en utilizar la palabra “transgénero”. Luego se convirtió en el primer jefe de Estado en firmar una orden ejecutiva para que todos los edificios federales cuenten con un baño “unisex”. Desde abril del año pasado se conoció que funcionarios y visitantes de la Casa Blanca ya pueden utilizar esos baños que no hacen distinción de género.

Luego fue la Organización de Estados Americanos (OEA) la que puso el ejemplo. Después de que una funcionaria transgénero de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) liderara una campaña al interior de la organización, el Secretario Ejecutivo, Luis Almagro, ordenó en abril del año pasado que se adaptara un baño de género neutral en uno de los edificios de la organización en Washington. El baño, según la orden del Secretario General, puede ser utilizado por cualquier persona que entre a las instalaciones, independientemente de su sexo. El propio Almagro aclaró que el baño de género neutral no implica una prohibición para que las mujeres trans utilicen baños de mujeres, o los hombres trans baños de hombres. Con esta decisión la OEA busca reconocer las diversas identidades y expresiones de género que no se enmarcan dentro de las categorías hombre y mujer, proveer un ambiente de trabajo seguro para personas trans y servir como ejemplo a los estados americanos ara hacer accesibles los espacios laborales a personas trans.

Mientras el Gobierno federal y la OEA dan estos pasos, hay estados del país que van en la dirección contraria. Por ejemplo, Carolina del Norte y Misisipí aprobaron recientemente leyes que exigen que las personas transexuales sigan utilizando baños segregados y accedan al baño que corresponda con su “sexo biológico”. Bajo la “Ley de privacidad y seguridad en las instalaciones públicas” aprobada en Carolina del Norte, el “sexo biológico” es aquél que está “establecido en el certificado de nacimiento de la persona”. Obama ha dicho expresamente que esta ley debe ser derogada. 

Las autoridades migratorias estadounidenses abrirán a finales de 2016, en Texas, un nuevo centro de detención para indocumentados que incluirá una unidad especial para transexuales. Actualmente esa unidad se construye en la localidad de Alvarado, cerca de Dallas, y contará con 36 camas para inmigrantes transexuales, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, en inglés). La inauguración está prevista para noviembre y el centro estará operado por la empresa privada Emerald Correctional Management.

¿Por qué una unidad especial para transexuales indocumentados? Los abusos sexuales y otras agresiones contra personas trans no son una novedad en las rutas de la migración ilegal. Según una investigación de Fusion, las mujeres transexuales son víctimas del 20 % de las agresiones sexuales cometidas en los centros para inmigrantes pese a que tan solo representan el 0,2 % de los detenidos. Un informe de Fusión de 2014 encontró que había unas 75 personas transgénero detenidas por el ICE todas las noches, menos del 1% de los cerca de 34.000 personas en situación de detención.

Un informe reciente de la ONG Human Rights Watch sobre inmigrantes transexuales reportó que más de la mitad de las mujeres citadas en el reporte estuvieron encerradas en centros masculinos.

Esta no será la primera unidad especial para transexuales en territorio norteamericano. El ICE tiene otro centro en Santa Ana (California) con una unidad para transexuales, pero está previsto su cierre ya que las autoridades locales han aprobado suspender el contrato con la agencia federal.

Hace un año, un grupo de 35 congresistas estadounidenses solicitó al Gobierno la liberación de todos los inmigrantes transexuales: "Estas personas son completamente vulnerables al abuso, incluido sexual, durante su detención". Organizaciones que defienden los derechos del colectivo han alertado que las transexuales también enfrentan la falta de medicamentos para sus terapias de reemplazo hormonal y la incomprensión de los guardias.

La atención diferenciada a transexuales se ha convertido en un tema prioritario en la agenda del Gobierno federal en Estados Unidos. Hace pocas semanas el presidente Barack Obama apoyó públicamente el diseño de baños de género neutro, a los cuales pueda ingresar cualquier tipo de trabajadores y visitantes independientemente de su sexo. Esto, aunque no es la solución ideal, busca mitigar las frecuentes agresiones contra personas trans cuando entran al baño para el sexo con el cual se identifican, y abrir una puerta para aquellas personas que están en un proceso de identificar su identidad de género.

Obama venía allanando el camino hacia iniciativas como esta. En 2015, fue el primer presidente de su país en utilizar la palabra “transgénero”. Luego se convirtió en el primer jefe de Estado en firmar una orden ejecutiva para que todos los edificios federales cuenten con un baño “unisex”. Desde abril del año pasado se conoció que funcionarios y visitantes de la Casa Blanca ya pueden utilizar esos baños que no hacen distinción de género.

Luego fue la Organización de Estados Americanos (OEA) la que puso el ejemplo. Después de que una funcionaria transgénero de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) liderara una campaña al interior de la organización, el Secretario Ejecutivo, Luis Almagro, ordenó en abril del año pasado que se adaptara un baño de género neutral en uno de los edificios de la organización en Washington. El baño, según la orden del Secretario General, puede ser utilizado por cualquier persona que entre a las instalaciones, independientemente de su sexo. El propio Almagro aclaró que el baño de género neutral no implica una prohibición para que las mujeres trans utilicen baños de mujeres, o los hombres trans baños de hombres. Con esta decisión la OEA busca reconocer las diversas identidades y expresiones de género que no se enmarcan dentro de las categorías hombre y mujer, proveer un ambiente de trabajo seguro para personas trans y servir como ejemplo a los estados americanos ara hacer accesibles los espacios laborales a personas trans.

Mientras el Gobierno federal y la OEA dan estos pasos, hay estados del país que van en la dirección contraria. Por ejemplo, Carolina del Norte y Misisipí aprobaron recientemente leyes que exigen que las personas transexuales sigan utilizando baños segregados y accedan al baño que corresponda con su “sexo biológico”. Bajo la “Ley de privacidad y seguridad en las instalaciones públicas” aprobada en Carolina del Norte, el “sexo biológico” es aquél que está “establecido en el certificado de nacimiento de la persona”. Obama ha dicho expresamente que esta ley debe ser derogada.