El presidente colombiano, Álvaro Uribe, emplazó al centenar de líderes reunidos en la Cumbre de la ONU del Cambio Climático en Copenhague a luchar contra el tráfico de drogas, un "crimen" que no sólo "mata personas", sino que también "destruye la Naturaleza".
Uribe compareció ante el segmento de alto nivel de la cumbre, que concluye el viernes, y de la que se espera que salga un acuerdo internacional de reducción de emisiones de efecto invernadero que sustituya al Protocolo de Kioto (1997), que expira en 2012.
Señaló que el cultivo masivo de la hoja de coca "acaba con los bosques" y añadió que su conversión en cocaína "contamina los ríos".
Instó a "cada persona que consume cocaína" en los países industrializados a ser consciente de que está "matando el pulmón que es el Amazonas" y provoca que se "derrame sangre" en Colombia y que se destruya la Naturaleza.
Aludió, además, al narcotráfico como "una fuerza eficiente" de "destrucción, muerte y pobreza" y recalcó el compromiso de Bogotá de seguir "en su lucha" contra esas prácticas ilegales.
Uribe aludió a las dificultades que atraviesan las negociaciones en el último día de la cumbre y apuntó que la gravedad del cambio climático no deja "más tiempo para hablar", por lo que es necesario "actuar ya".
Agregó que el documento en el que trabajan las delegaciones a contrarreloj en Copenhague "incluye mecanismos parciales de verificación" sobre el uso que los países en desarrollo hagan de los fondos que se les otorgue para su adaptación al cambio climático.
Dijo que Colombia se someterá a ellos, puesto que el país necesita esos fondos para hacer frente al calentamiento global y que a ese documento aún le falta el capítulo relativo a las sanciones, pero expresó su deseo de que "aún se pueda" cerrar un acuerdo.