Breve historia de lo que pasó el 19 de abril de 1961 en Cuba

Por estos días se celebra en Cuba la Victoria de playa Girón, una batalla de 72 horas ganada por los cubanos contra tropas estadounidenses. Y para conmemorarlo, cada año se celebra con cantos y música.

Diego Santamaría / dsantamaria@elespectador.com
19 de abril de 2019 - 09:32 p. m.
Un bombardeo sacudió el suelo cubano el 15 de abril de 1961 / EFE
Un bombardeo sacudió el suelo cubano el 15 de abril de 1961 / EFE

Abril del 61 fue un mes memorable. Las noticias de la prensa y la radio se enriquecieron en todo el mundo: el ruso Yuri Gargarín había sobrevolado la órbita de la Tierra a 25 mil kilómetros por hora en tan solo 108 minutos, siendo el primer viaje espacial hecho por un hombre; Adolf Eichmann conocido como Ricardo Klement-quien se escapó de Alemania para vivir durante años en Argentina- recibía su juicio por el holocausto de 6 millones de judíos; y el presidente de los EE.UU, John Fitzgerald Kennedy, había informado que no apoyaría una invasión a Cuba.

No solo mintió, sino que realizó seis bombardeos casi fallidos a la isla y envío a tropas por la bahía de Conchita. Una vez destruidos los aviones por los cubanos, las tropas se quedaron sin municiones y el 19 de abril se rindieron ante los caribeños. Una victoria contundente contra los Estados Unidos. Y desde esa fecha se celebra cada año el triunfo de Cuba sobre la invasión estadounidense, que en esta oportunidad se conmemora en Varadero, Santa Clara y Matanzas en Cuba.

Todo comenzó el 15 abril de 1961, los ojos de la prensa y del mundo estaban en Cuba una vez se supo que el aeropuerto Campamento Libertad había sido blanco de las tropas estadounidenses. Por esa época se estaba librando una de las mayores guerras en el Caribe: Estados Unidos quería revocar la revolución cubana e invadir el país. Lo hizo, pero sin éxito. La reacción de Fidel Castro, el primer ministro, puso fin a la invasión gracias a las comunicaciones efectivas que realizaron las principales ciudades a través de la radio, los radio operadores informaban todo lo que ocurría a través de mensajes con claves.

“La radio emisora del ejército de La Habana ordenó repetidamente a la estación de Matanzas que se retirara del aire y mantuviera silencio hasta recibir nuevas órdenes. Sin embargo, el operador continuó en el aire y dijo que desde su estación, que estaba a unos 40 kilómetros del teatro de operaciones, podía ver los destellos de las armas pesadas”, según informó El Espectador del 17 abril de 1961.

Sin embargo, ese mismo día se publicó en el diario de la tarde la noticia de que uno de los pilotos que bombardearon no era de EE.UU, sino anticastristas que usaron los mismos aviones de la fuerza aérea cubana. Según Orestes Acosta, el piloto que participó en el ataque, la decisión de hacer público su maniobra la hizo para desmentir lo dicho por Castro, que los aviones no venían de Cuba.

Pero un mensaje del presidente ruso, Nikita Kruschev, enviado al presidente John F. Kennedy, lo desmintió : Es un secreto a voces que los grupos armados que han invadido ese país han sido preparados, equipados y armados en Estados Unidos”, concluyendo que una acción así podía generar una reacción en cadena de todas partes del mundo y que lo mejor era darle fin a las agresiones contra la República de Cuba.

Kennedy palideció. La iniciativa de enviar 16 de los 18 aviones que bombardearon era un plan de su gobierno y, además, tropas marítimas que zarparon desde Nicaragua con ejército estadounidense iban a llegar a las costas de Bahía Conchita en horas de la mañana del 17 de abril. Así fue. Sin embargo, el ejército regular cubano y las Milicias Nacionales Revolucionarias estaban en posiciones estratégicas ante una posible invasión de opositores.

Las manifestaciones en el mundo no dieron espera una vez se enteraron de los bombardeos.  Los días 17 y 18 de abril de ese año, México, Argentina, Uruguay, Maracaibo, Moscú y ciudades del Europa occidental gritaban: “No a la invasión de Cuba”. Las manifestaciones terminaron en violencia, resultaron cientos de detenidos y heridos que se sumaron a los que ya había en la isla. La cabeza de Castro estaba valorada por $US 1.089. Sin embargo, ni él ni su hermano Raúl, que era ministro de las Fuerzas Armadas, aparecían.

Mientras las multitudes alzaban su voz, los navíos llegaron a Playa Girón con alrededor de 1.200 hombres que querían controlar la costa -las vías principales de acceso-. Pero la ofensiva de las milicias cubanas destruyeron por completo su plan. Los aviones  (Sea Fury y T-33) del gobierno cubano derribaron siete aviones B-26 que escoltaban a los invasores, perdiendo así las municiones para la tropa terrestre. Esta estocada debilitaría por completo las fuerzas que en un principio poseían los navíos.

Finaliza el 17 y, el 18 de abril, el contraataque cubano no se hace esperar y sitia a los invasores en Playa Girón para dar como terminada la batalla. De acuerdo con los datos históricos, Kennedy se niega a enviar apoyo militar para que no se descubra su intención de invadir a Cuba.

Las aguas se calmaron cuando al día siguiente, exactamente a las 5:30 a. m., había un “triunfo total”. La noticia se conoció a través de un comunicado enviado por Fidel Castro: “Las fuerzas del ejército rebelde (de Castro) y la milicia nacional tomaron por asalto las últimas posiciones que mercenarios de invasión habían ocupado en territorio nacional, en la Playa de Girón”.

Esa victoria triunfante, que terminó con la victoria absoluta cubana y la derrota de Kennedy, se celebra cada año en la Playa de Girón. En esta ocasión, en su aniversario número 58, los cantos y la música se tomarán por estos días la isla.

Por Diego Santamaría / dsantamaria@elespectador.com

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar