Publicidad

Gadafi, con los días contados

La caída del dictador libio es cuestión de horas, según EE.UU., la Unión Europea y la OTAN. La Corte Penal Internacional confirmó la detención de su hijo Saif el Islam.

Redacción Internacional
22 de agosto de 2011 - 02:00 a. m.

Cuando la OTAN comenzó la ofensiva militar en contra del régimen de Libia, encabezado por el coronel Muamar Gadafi, el 19 de marzo, muchos creyeron que su caída sería cuestión de días. Era imposible que pudiera resistir el ataque del poderío militar europeo. Sin embargo, no fue así. Aguantó casi seis meses los incesantes bombardeos en su cuartel general en Trípoli y el aislamiento internacional. Respaldado por una buena cantidad de armamento y de hombres dispuestos a sacrificarse por él, Gadafi se negó a negociar con los rebeldes y tampoco quiso dejar el poder.

Hoy su destino es incierto. El sábado en la noche el Consejo Nacional de Transición (CNT, órgano político de la rebelión) y la OTAN lanzaron la operación “Sirena al amanecer”, cuyo objetivo era conquistar Trípoli. Luego de luchar en 17 barrios de la periferia de la capital libia, ayer los rebeldes lograron llegar a la Plaza Verde, en pleno corazón de la capital libia, muy cerca del cuartel del dictador y de la brigada que se encarga de su protección personal.

Según informaron los rebeldes, y más tarde lo confirmó el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno-Ocampo, Saif el Islam, el segundo hijo y posible sucesor del dictador, fue detenido. Otro hermano, Saadi, también cayó en manos del CNT y el mayor del clan, Mohamed, se entregó sin ofrecer resistencia. La CPI emitió el 27 de junio órdenes de arresto contra Muamar Gadafi, Saif al Islam y el jefe de los servicios de inteligencia, Abdalá al Senusi. Los tres son sospechosos de crímenes contra la humanidad cometidos en Libia desde el 15 de febrero, cuando estalló la protesta contra el régimen libio.

Así comienza a cerrarse el círculo en torno al coronel, quien a pesar de los hechos hizo tres desesperados pronunciamientos en menos de 24 horas. En el primero, acusó a la OTAN de querer robar el petróleo de su país; luego afirmó que no se rendiría y que saldría victorioso de la “batalla”. En el último, emitido vía telefónica ayer a la medianoche, animó a los libios a salir a la calle. “Si no se defienden acabarán por convertirse en esclavos de los colonialistas”, dijo.

Su portavoz, Musa Ibrahim, aseveró que cerca de 1.667 personas han muerto desde el sábado en la noche. Además, que la situación es “dramática” y que los hospitales están desbordados, antes de lanzar un último llamamiento al diálogo. El portavoz gubernamental señaló que sólo desde el mediodía de ayer 1.300 fallecieron y 5.000 resultaron heridos. “La pacífica ciudad de Trípoli se ha transformado en un infierno por causa del apoyo de la OTAN a los grupos de terroristas”, señaló.

La Casa Blanca predijo, a través de su vocero Josh Earnest, que los días de Gadafi están contados, al tiempo que el presidente francés Nicolás Sarkozy exhortó al coronel a “evitar a su pueblo nuevos sufrimientos inútiles renunciando sin demora”. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Ramsussen, aseguró que el régimen de Muamar Gadafi está desmoronándose. “Cuanto antes Gadafi comprenda que no puede ganar la batalla contra su propia gente, mejor”.

La prensa árabe, asegura que el dictador libio ya habría huido a Argelia, país con el que tiene estrechas relaciones. Sin embargo, el periódico Le Journal du Dimanche dijo que parte de su familia estaría en Túnez como parte de un acuerdo “secreto”, sellado hace unos días, mientras que Gadafi partiría rumbo a Sudáfrica, porque el presidente Jacob Zuma lo considera “un gran amigo” y donde la Corte Penal Internacional no lo podría perseguir. La Unión Africana no aplica de forma automática las órdenes de la CPI.

Ayer en la madrugada, Mahmud Jibril, vocero del CNT, advirtió que todavía hay alguna resistencia en Trípoli.  “Hay focos de resistencia de las tropas de Gadafi, por favor, no se venguen, no saqueen y respeten a los prisioneros. El combate no ha terminado”.

La rebelión libia

2011
Febrero 25
La ola de protestas de Túnez y Egipto llega a Libia. En Bengasi se registran enfrentamientos entre manifestantes contra el régimen y seguidores de Muamar Gadafi. Bengasi se convierte en un bastión de insurgentes.

Marzo 17
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprueba la imposición de una zona de exclusión aérea, pero sin el despliegue de tropas terrestres. El régimen de Gadafi anuncia un alto el fuego, pero los insurgentes aseguran que siguen los ataques.

Marzo 19
Líderes políticos de todo el mundo aprueban en París actuar en el país norteafricano y poco después Estados Unidos, Francia y el Reino Unido comienzan sus primeras acciones militares contra las tropas regulares libias. La OTAN comienza intensos bombardeos aéreos contra instalaciones militares.

Abril-Julio
Luego de meses de combates y miles de muertos aumentan las peticiones a Gadafi para que renuncie. El dictador libio se niega y su régimen comienza a desmoronarse. Los rebeldes libios siguen luchando en varias ciudades. La OTAN incrementa los bombardeos a Trípoli.

Agosto 20
Ante las negociaciones fallidas con Gadafi, auspiciadas por la Liga Árabe, la OTAN diseña una operación final para tomar la capital libia. El sábado en la noche los rebeldes empiezan su avance hacia Trípoli, mientras la OTAN bombardea la capital libia con artillería pesada.

Agosto 21
Estados Unidos, Francia, Reino Unida y la OTAN aseguran que el régimen de Muamar Gadafi se está desmoronando. Los rebeldes entran a Trípoli y toman el control de la ciudad. Saif el Islam, hijo de Gadafi, es capturado, según confirmó la Corte Penal Internacional.

Por Redacción Internacional

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar