“Hay una parte de nosotros que trasciende la muerte”: terapeuta de regresión

El médico psiquiatra Brian Weiss. / Cortesía

En 1980, el médico psiquiatra Brian Weiss recibió en su consultorio a una joven llamada Catherine que cambió su vida y su perspectiva profesional. Era una terapia de hipnosis, pero su paciente comenzó a referir momentos de vidas pasadas y, al final, encontró en esas secuencias el origen de los traumas que sufría. Weiss narró esa experiencia en su libro Muchas vidas, muchos maestros, que se convirtió en un best-seller y hoy es la base de su trabajo en terapia de regresión.

Hoy, Brian Weiss es jefe de psiquiatría del hospital Mount Sinai de Miami (Estados Unidos) y, a pesar de la incredulidad de algunos de sus colegas o incluso de profesionales de otras disciplinas, es un prestigioso autor que insiste en la eficacia de sus métodos. En diálogo con El Espectador, Weiss explica por qué considera “una bendición” la terapia de la regresión, mediante la cual ha podido ayudar a miles de personas a sanar física, emocional y espiritualmente.

Hay mucha gente en el mundo buscando maestros a quien seguir. ¿Cree usted que esas guías estén en vidas pasadas?

Los maestros o guías espirituales, de los que hablo en Muchas vidas, muchos maestros y todos mis libros subsiguientes, influyen y supervisan nuestras vidas, pasadas y presentes, desde dimensiones superiores.

¿Se requieren tratamientos especializados para la regresión o cada quien puede llegar a ella por sus propios medios?

En mi práctica uso la hipnosis, que es una forma de concentración enfocada, como el método para llevar a las personas a estados más profundos de conciencia. Sin embargo, algunas personas pueden alcanzar este estado a través de la meditación y otras técnicas introspectivas.

¿De qué sirve saber quiénes fuimos en vidas anteriores?

Es un conocimiento útil para la curación de síntomas físicos y emocionales que podemos traspasar de vidas pasadas. Por ejemplo, alguien que fue arrojado del muro de un castillo en el pasado y les tiene miedo a las alturas en el presente, puede encontrar la solución cuando recuerda el trauma de la vida pasada. Otro ejemplo es el dolor y el miedo a la muerte. Cuando una persona se da cuenta de que ha muerto antes y ahora está aquí, en otra vida presente, se da cuenta de que la muerte física no es definitiva y siempre nos estamos reuniendo con nuestros seres queridos.

¿Cómo ve el escepticismo con que la comunidad científica y médica evalúa estos temas?

Cuando comencé mi trabajo, en los años 80, había más escepticismo que hoy. Pero el verdadero escéptico es quien ofrece explicaciones alternativas para los fenómenos, no quien rechaza evidencias porque no está familiarizado con ellas.

¿Qué significó para usted ampliar su escenario de trabajo psicológico con el abordaje de las vidas pasadas?

Ha sido una bendición para mí. He podido ayudar a miles de personas a sanar física, emocional y espiritualmente. Además, he conocido a personas talentosas y maravillosas a lo largo de los años que están en un camino similar.

Más allá de las creencias religiosas, ¿qué significado le ve a la reencarnación?

Que no somos únicamente nuestro cuerpo o cerebro. Hay una parte de nosotros que trasciende la muerte y va de un cuerpo a otro. Cuando nos damos cuenta de que somos conciencia perdurable, vemos la vida desde una perspectiva más amplia.

Sus libros son éxitos editoriales en un tema de difícil aceptación, ¿a qué lo atribuye?

Muchas personas han vislumbrado sus vidas pasadas en sueños, en experiencias déjà vu,  cuando viajan, en oración. También muchas personas se han encontrado con almas gemelas, experimentando un repentino reconocimiento. Estas personas saben que hay más en la vida de lo que parece. Esas personas son las que leen mis libros.

Los conflictos familiares resumen las dificultades humanas, ¿cómo se pueden ayudar a resolver?

Tendemos a reencarnar con muchas de las mismas almas, por eso los conflictos de vidas pasadas pueden ser transmitidos y recreados en vidas presentes, aunque sin una conciencia consciente. Cuando se recuerdan los dramas o las conexiones de vidas pasadas, se pueden reparar relaciones en la vida presente.

¿Cuál considera su experiencia clave para hacer a un lado los prejuicios y avanzar hacia el saber que hoy difunde?

Hemos experimentado vidas en todas las razas, religiones, nacionalidades, clases sociales y géneros. Hemos sido ricos y pobres, fuertes y débiles, sanos y enfermos. Cuando nos damos cuenta de eso, ¿cómo podemos ser prejuiciosos? Somos almas, no cuerpos, y las almas no poseen características externas.

¿En qué campos de acción quiere trabajar ahora para beneficio de quienes lo leen?

Quiero ayudar a las personas que sufren, quiero que sepan que nunca están solos y que se reunirán con sus seres queridos, ya sea en el otro lado o aquí, en un cuerpo físico.

¿Qué mensaje puede enviar a los lectores de Colombia, una sociedad que trata de hacer una transición hacia la paz?

He estado en Colombia cuatro veces dictando talleres y he encontrado que su gente es de mente abierta y espiritual. A veces, las situaciones más difíciles proporcionan mayores oportunidades para el crecimiento espiritual. Mi mensaje es que sean pacientes y que sigan avanzando hacia una sociedad más amable, compasiva y pacífica.

 * Traducción de Estefanía Trujillo