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Historias divertidas

Un grupo de talentosos niños entre los ocho y los diez años asumieron el reto de escribir para El Espectadorcito crónicas donde narran sus vivencias personales.

El Espectador
24 de abril de 2009 - 11:00 p. m.

El gigante egoísta

Juan Miguel Niño / 10 años

Había una vez un Gigante que tenía una casa muy hermosa. Enfrente de ella había un jardín donde habitaban pajaritos y mariposas de muchos tonos, formas y colores. Cuando pasaban los niños frente al jardín y hacían silencio, se escuchaba el susurro del viento, el canto de los pajaritos, el batir de sus alas, el murmullo de una sombra y las mariposas zambullirse en el aire.

Todos los días, el Gigante observaba su jardín desde la ventana. Pasaron los días y en una ocasión observó a unos niños que extasiados escuchaban el cantar de los pajaritos y las mariposas que se zambullían en el aire. Un día, el Gigante soñó con los niños arruinándole su jardín; cuando se despertó, se levantó corriendo, observó como siempre por su ventana y ese día se llevó una gran sorpresa, era un simple sueño. Sin embargo, continuaba con la preocupación de que los niños arruinaran su jardín, entonces se puso a pensar, pero no sabía que todo lo que pensaba le traería problemas.

Al día siguiente se encontró con los niños y con una voz muy fuerte los gritó para que salieran pronto de su jardín. Los niños salieron corriendo del susto, en ese mismo momento el Gigante levantó la mirada y observó que con los niños también habían salido los pajaritos, las mariposas y las sombras cantarinas de su jardín. Desde entonces no se escuchaban melodías en el jardín.

Muy triste el Gigante, miraba todos los días por la ventana hacia su jardín, esperaba que en algún momento los niños regresaran y cuando los viera, les pediría perdón para que con ellos volvieran las flores, los pajaritos y las mariposas. Un día cualquiera, se sorprendió al ver a unos niños que pasaban por su jardín, corrió hacia ellos y con caramelos en sus manos les pidió perdón por lo que en días pasados había hecho. Los niños alegres cantaron sus rondas, los pajaritos escucharon, las flores y las mariposas regresaron, entonces nuevamente todo se llenó de armonía, alegría y belleza. Todo sonríe nuevamente, en el jardín del Gigante.

Lo que piensa un niño:

Rubén Camargo / 10 años.

Hola, me llamo Rubén. Pienso que la educación en mi colegio es muy buena ya que me enseñan muchas cosas buenas y bacanas en todas las materias.

Conozco muchos amigos en los cuales puedo confiar; hoy conocí a un amigo que se llama José Iván Tobón, que es muy divertido y muy juicioso. También conozco muchos profesores, los cuales se vuelven mis amigos y me enseñan mucho para que yo me pueda superar y salir adelante con mis metas; mi profesora me ha enseñado demasiado, se llama Martha Isabel Pérez y es muy buena la forma en la que enseña.

Me gusta mucho el aula de estudio de mi colegio porque es muy sana, me gusta mucho la orientadora porque nos ayuda con nuestros problemas y los de muchos niños.

Me gusta la banda del colegio porque tocan demasiado bien. Me gusta siempre ir al colegio porque me distraigo con mis amigos jugando, estudiando y aprendiendo nuevas cosas. Siempre vivo una aventura con mis amigos y mis profesores.

Por El Espectador

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