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“Nos hacía falta un hospital de esta magnitud. Me acuerdo que hace unos años tuvimos una emergencia con un sobrino que tuvo un accidente y por su gravedad nos tocó correr a Bogotá”. Estas son las palabras de Ana Rivera, una zipaquireña que estuvo presente en la apertura oficial del nuevo Hospital Regional de Zipaquirá, el cual después de 10 años de planearse y entender el impacto en la región, hoy es una realidad. Este es el resultado de un trabajo en equipo entre el Estado, la Alcaldía y la Gobernación, que a través de recursos y políticas públicas logró sacarlo adelante.
Entre la lluvia, los aplausos de las personas y los colores de las sombrillas se realizó el acto formal en el que Jorge Emilio Rey Ángel, gobernador de Cundinamarca, inició su discurso con unas emotivas palabras que destacaban esa alegría por poder cumplirles a las personas de Zipaquirá y ver un sueño cumplido, que sin duda alguna va a impactar de forma positiva al municipio y sus alrededores.
“Hoy es un día histórico para Cundinamarca. Fruto de un decidido esfuerzo entre la nación, el departamento y el municipio, hicimos realidad el sueño de la comunidad de contar con una moderna infraestructura hospitalaria con prestación de servicios de mediana y alta complejidad, materializada en este nuevo hospital regional. Nos comprometimos y lo cumplimos. Ha sido un trabajo armónico que nos permite avanzar en la consolidación y referencia en investigación a nivel nacional e internacional”, aseguró el gobernador Jorge Rey.
Y es que, al recorrer el hospital, se siente ese aroma que emana de las camillas nuevas. Visualmente el diseño es armónico con colores que invitan a las personas a guardar la calma, a disfrutar la estadía. En una de las paredes hay una frase de Ghandi que resume la razón de ser de este lugar: “La mejor forma de encontrarse a uno mismo es perderse en la ayuda a los demás”. El gobernador, mientras hacía el recorrido por el hospital, relataba cómo estos años las personas de Zipaquirá tenían que recorrer varios kilómetros para acceder a tratamientos oncológicos, exámenes de diagnóstico e incluso cirugías que solo se realizaban en Bogotá.
“Con la apertura del hospital regional acercamos la medicina de calidad a las personas. Tenemos el reto de prestar el mejor servicio, pero esto nació para ellos y seremos referentes en el departamento y el país”, añade el gobernador. Y es que el proceso fue de retos. La primera piedra que se puso en 2009 fue un hito de un proyecto que, como se lee en documentos, estaba visionado desde 1993, pero la falta de gestión no había permitido avanzar, y con el liderazgo de Jorge Emilio Rey Ángel, en 2016, recibieron un predio mediante resolución del Ministerio de Salud, de un costo de $16.000 millones, que permitió la unión de importantes actores municipales y nacionales para concentrar la atención del Ministerio en este gigantesco proyecto.
Con el predio, la inversión que se necesitaba para levantar el edificio que hoy cuenta con 15.000 metros cuadrados, el cual prestará más de 70 servicios de mediana y alta complejidad en 69 especialidades, fue de $27 mil millones, de los cuales $16.000 millones los puso el Gobierno y el excedente fueron recursos de la Gobernación. Para la ejecución del proyecto “licitamos, contratamos y ejecutamos en 16 meses lo que al menos tuvo 10 años de espera”.
Cada detalle que se observa en el Hospital Regional de Zipaquirá ha sido estudiado y evaluado por profesionales para prestar el mejor servicio y destacarse por eficacia y calidad. Un ejemplo es el estudio que adelantó la Universidad Nacional de Colombia, para determinar el mejor modelo de operación del hospital. Luego de una exhaustiva investigación se seleccionó el Hospital de La Samaritana, que es uno de los tres hospitales públicos de Colombia que están acreditados, con vocación de hospital universitario.
Bajo la operación de La Samaritana, según el gobernador, “se logran varias cosas interesantes, como no tener que constituir un paralelismo administrativo, sino que desde allí se administren, por ejemplo, los temas de personal, de nómina y de contabilidad, lo que nos reduce costos de administración y nos permite concentrar nuestras energías no en pagar personal administrativo, sino personal médico y asistencial, que es el que necesitamos realmente para que se ocupe de prestar servicios con dignidad”.
Otro de los temas a destacar es que el talento humano del hospital ya está contratado. “Recibimos 930 hojas de vida, de las cuales vinculamos 618 personas de este corredor entre nivel administrativo y asistencial. El 68 % son de Zipaquirá, el 24 % de Tocancipá, Soacha y Guatavita, y solo un 7 % de Bogotá. Desde esta semana ya estará funcionando la operación, se han prestado servicios de consulta externa y el objetivo desde la Gobernación es que hasta el 31 de diciembre se realicen 456 intervenciones quirúrgicas de alta y mediana complejidad para que las personas se vayan familiarizando con los servicios, los cuales tendrán un valor de $3.100 millones.
Tecnología de punta, talento humano capacitado en los retos que exige el mercado y, la joya de la corona, una alianza con el Instituto Nacional de Cancerología, que desde el Hospital Regional de Zipaquirá podrán adelantar investigaciones que aporten a mejores tratamientos del cáncer y ser referentes en el país.
“Hoy mi felicidad es el deber cumplido. Queremos que los zipaquireños disfruten de este hospital y tengan sentido de pertenencia. Estamos marcando un hito en materia de servicios de mediana y alta complejidad”, puntualiza Jorge Emilio Rey Ángel, gobernador de Cundinamarca, mientras los asistentes celebraron este logro para la comunidad.