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“En sentido limitado, se refiere a las aptitudes características de los individuos creadores, como la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y el pensamiento divergente”. Así definió la creatividad el psicólogo estadounidense Joy Paul Guilford, reconocido porque durante los años 50 creó un modelo de estructura del intelecto, que contiene más de 120 factores de la mente.
Dentro de dicha estructura, el especialista estableció y definió cuatro actitudes de la creatividad, que en la actualidad siguen vigentes: fluidez, que es la capacidad de dar soluciones ante un problema; flexibilidad, que significa reestructurar alguna situación o problema; originalidad, que consiste en dar respuestas o soluciones infrecuentes, y elaboración, que implica saber ejecutar las ideas. Cabe destacar que Guilford fue el primer autor en clasificar la creatividad como una característica independiente a la inteligencia.
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El concepto de creatividad ha tomado mucha fuerza en los últimos años, en especial por su estrecha relación con la educación. Sin embargo, de acuerdo con los resultados que arrojó un estudio sobre pensamiento divergente, desarrollado por el escritor británico Ken Robinson, en los sistemas escolares actuales la facultad de la creatividad está en 7,5 %, es decir que no se está fomentando de manera adecuada está habilidad.
Para reactivar ese desarrollo educativo, en los últimos años se ha aprovechado la tecnología para innovar en diferentes formas de aprendizaje. En Colombia, la educación virtual aumentó un 98,9 % durante los últimos años, según cifras del Ministerio de Educación, que resalta que "con el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación -TIC- se ha abierto un sinnúmero de posibilidades para realizar proyectos educativos en los que todas las personas tengan la oportunidad de acceder a educación de calidad sin importar el momento o el lugar en el que se encuentren”. Y agrega que “las alternativas de acceso que se han puesto en manos de las personas han eliminado el tiempo y la distancia como un obstáculo para enseñar y aprender”.
La oferta de plataformas para educarse gracias internet es ilimitada. Incluso muchos profesores abrieron sus canales en Youtube con innovadoras propuestas de enseñanza. También han surgido emprendimientos que lograron crear una nueva academia en la web. Es el caso de Crehana, una plataforma digital educativa que nació en 2014 en Perú. Sus creadores, Diego Olcese y Rodolfo Daniño, vieron la necesidad y los retos que enfrenta la región en términos de acceso a educación de calidad y decidieron estructurar la plataforma para incentivar el acceso al conocimiento, sobre todo en temas relacionados con el arte, la innovación y las nuevas tecnologías. Es como univesidad virtual. Hoy, su iniciativa está presente en cerca de 19 países de hispanoamérica.
Por ejemplo, Crehana ofrece en la actualidad más de 500 cursos y 10 carreras profesionales de la industria creativa, entre las que están Animación en 2D, Diseño Gráfico, Ilustración, Generalista 3D, Fotografía, Marketing Digital, Front End, Retoque Digital, Branding y Post Producción. Actualmente está presente en más de 20 países.
Un estudio de American Institutes for Research reveló que las tasas de retención de conocimiento aumentan un 60 % cuando se estudia mediante modalidad virtual. En comparación, el informe indica que las cifras de aprendizaje presencial están entre el 8 % y el 10 %. Cifras dicientes para quienes critican este modelo de aprendizaje y lo consideran una modalidad poco efectiva.
“Cuando aprendes con pasión creas con pasión, esto hace que el resultado de tu creatividad y tus ideas sea grandioso. En Crehana descubrirás cómo aprender te ayuda a transformar algo común en algo extraordinario”, indicó Jhon Camacho, Marketing Manager de Crehana para Colombia.
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La propuesta de estos emprendedores es ofrecer cursos para todos los gustos y talentos relacionados con música, negocios, ilustración, diseño, fotografía, marketing digital, realización de video, arquitectura digital, craft y software, entre otros.
Los talleres de la plataforma están divididos por módulos. Cada uno tiene un grupo de clases en video y aporta archivos adjuntos para complementar el aprendizaje. Igualmente, los cursos otorgan acceso a un foro exclusivo en el que interactúan el profesor y todos los estudiantes que están en el proceso de formación. Asimismo, las clases incentivan a los alumnos a que construyan un proyecto con el objetivo de que se certifiquen. También hay un servicio de programación de sesiones en vivo con los mentores, aquí el objetivo es resolver las dudas de los aprendices.
Hasta la fecha, en Crehana están en formación 1'269.221 personas y se han certificado 15.222 proyectos. En Colombia, la plataforma ha registrado 170.000 usuarios, quienes no deben preocuparse por la convalidación de los títulos obtenidos, pues el Ministerio de Educación asegura que “todas estas modalidades o generaciones de la educación a distancia son válidas y pertinentes en un país como Colombia. La educación virtual, por tanto, es sólo una modalidad dentro del abanico de posibilidades. Lo que se pretende es desarrollar este tipo de educación, de tal manera que se convierta en una opción real y de calidad para muchos colombianos que pueden encontrar en ella el espacio para formarse”.
La empresaria, Daniela Ospina es uno de los casos de éxito en la tendencia de estudios en la modalidad virtual, ya que se graduó como administradora de empresas sin asistir a un aula de clase física. A este caso se suma el de Paula Sánchez, estudiante de diseño gráfico, que aseguró que “estudiar de forma virtual mi carrera profesional ha sido mucho más sencillo porque puedo manejar el tiempo de las clases y económicamente es mucho más asequible”.
Mientras tanto, para los directivos de Crehana, su visión es “poder llegar a muchas más personas que quieran cumplir sus sueños profesionales y así disminuir la brecha de acceso a la educación de calidad que existe en muchos países del continente”. En esta plataforma, advierten cualquier persona puede aprender a su manera. Esto, gracias a que ofrece capacitaciones que tienen una duración de, en promedio, 2,5 horas, mientras las clases duran entre 3 y 7 minutos. Esto, en sintonía con la filosofía de Crehana, sobre la que Diego Olcese, CEO y cofundador de la plataforma, concluye que “lo que se busca es hacer que a las personas les guste ampliar sus conocimientos y se diviertan haciéndolo”.
Así es como la tecnología está abriendo posibilidades para más colombianos y la educación está tomando la importancia que tanto necesita. Justo la ministra TIC, Sylvia Constaín, le había dicho a El Espectador en una reciente entrevista que Colombia tiene "oportunidades muy grandes en apropiación. Quisiera ver que todo el mundo use la tecnología para mejorar la calidad de vida. Hay unos ejemplos maravillosos de emprendedores que han tomado la tecnología en todo su valor y a través de ella han solucionado problemas muy específicos, soluciones que impactan la forma como la gente hace las cosas". Y de eso se trata, precisamente, el foco tecnológico de la economía naranja, la gran apuesta del gobierno nacional.
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